El gobernador Antonio Bonfatti volvió ayer a la carga con la reforma tributaria en la provincia al señalar que "es una necesidad absoluta" para Santa Fe.
El gobernador Antonio Bonfatti volvió ayer a la carga con la reforma tributaria en la provincia al señalar que "es una necesidad absoluta" para Santa Fe.
En el marco de una jornada en la cual el mandatario descartó la posibilidad de que la Santa Fe emita cuasimonedas, reconoció en cambio la difícil situación que están atravesando las distintas provincias en materia financiera. En ese contexto, ató la ejecución de distintas obras a la aprobación de la reforma que por estas horas sigue en tratamiento en distintas comisiones de la Legislatura.
La presión de Bonfatti se dio en medio de las tensiones que se desataron al interior del Frente Progresista tras las declaraciones formuladas por los senadores provinciales del radicalismo quienes cuestionaron los términos de la modificación impositiva que pretende el Ejecutivo provincial a partir de la modificación de los avalúos fiscales de las propiedades tanto rurales como urbanas.
En una posición unificada, los legisladores radicales Felipe Michlig (San Cristóbal), Rodrigo Borla (San Justo) y Lisandro Enrico (General López) señalaron que coinciden con la actualización del impuesto, especialmente el inmobiliario rural, pero no con el revalúo de los campos ya que de esta forma los propietarios deben tributar más a la Nación a través de ganancias y bienes personales.
El gobernador descartó ayer de plano la posibilidad de que Santa Fe emita cuasimonedas y sólo condicionó la emisión de títulos de deuda con la finalidad de concretar obras públicas de envergadura como acueductos, hospitales o viviendas, en un contexto en el cual "todas las provincias están atravesando momentos difíciles y para ello están buscando alternativas para afrontar las dificultades financieras".
Menos fondos. Ayer se conocieron los datos de la recaudación impositiva de la provincia correspondientes a abril último que mostraron una caída de 55 millones de pesos respecto de lo presupuestado por el gobierno de Bonfatti. Este retroceso en gran medida el gobierno lo atribuye a la reducción del envío de recursos de origen nacional, en casi 5 por ciento, que representan 46 de los 55 millones de baja (ver aparte).
"Santa Fe de ninguna manera emitirá cuasimonedas", afirmó ayer el gobernador y fue más allá al asegurar que "no se nos pasa por la cabeza" la posibilidad de bonos.
En cambio, señaló que sólo se está evaluando esta herramienta para financiar megaobras, entre las que citó los acueductos, autovías, hospitales o planes de vivienda.
"Son megaobras y no tiene por qué pagarlo una gestión sino que se puede pagar en el tiempo como cuando uno pretende agrandar su casa y saca un crédito, eso son los bonos, las cuasimonedas, jamás las hemos planteado", dijo Bonfatti.
Un día antes, Bonfatti había reconocido que no se cerraba a la posibilidad de emitir bonos para afrontar la grave situación financiera al señalar que "cualquier alternativa es válida cuando tienen que funcionar hospitales y abrir escuelas".
Sin embargo, y luego de los cuestionamientos que realizaron legisladores de la oposición sobre sus declaraciones, el mandatario santafesino volvió a desplegar el diccionario con las acepciones que le da este gobierno a los términos económicos. Así, reiteró que "la letra es un cheque a fecha que se tiene que levantar en este ejercicio por lo tanto no genera deuda", en referencia a estas herramientas que la Legislatura autorizó a emitir al Ejecutivo por 566 millones de pesos.
Además, precisó los bonos "son un título de deuda pública a futuro y hemos planteado en varias oportunidades la necesidad que tiene Santa Fe de terminar con deudas importantes".