Desde 2012 se verificó un descenso del 6 por ciento en los embarazos adolescentes de la ciudad. Según los responsables de la Secretaría de Salud municipal, esta señal alentadora se repite y responde a las políticas públicas que está llevando adelante el gobierno local. Más allá de las cifras preocupantes que exhibe el país, lo concreto es que Rosario asoma como un centro de tendencia esperanzadora en los últimos años.
"Desde 2012 se registra un descenso leve, pero sostenido, del porcentaje de embarazos adolescentes. En nuestras maternidades empezamos a ver una baja del 28 al 22 por ciento, gracias a las políticas públicas. Esas iniciativas hablan de importantes logros en dos ejes: las políticas de inclusión social de jóvenes y adolescentes, y un servicio de salud sostenido en el tiempo", señaló Leonardo Caruana, secretario de Salud municipal.
"Vemos que en algunos sectores hay mayor cantidad, justamente por la falta de anclaje social, que es lo que genera el impacto en las complicaciones en el parto para la mamá o también en el bebé", agregó el funcionario.
En relación a los dispositivos anticonceptivos, Caruana indicó que "es necesario consultar en centros de salud y hospitales, que están capacitados para hacerlo y que garantizan la entrega. En Rosario existe un abordaje sostenido en el tiempo para que la anticoncepción de emergencia sea una excepción".
Red de datos. "Este descenso de embarazos adolescentes es lo que hemos medido en Rosario, entre la provincia y la Municipalidad, a través de cinco hospitales públicos de la ciudad (Roque Sáenz Peña, Maternidad Martin, hospital Provincial, Centenario y el policlínico Eva Perón). Comprende los nacimientos en esos cinco hospitales públicos. Hoy esos hospitales conforman una red y se comportan como si fuera un solo hospital. Existe una alianza, una manera de trabajar conjunta, que es una forma de mejorar la atención perinatal", comentó a La Capital Guillermo Carroli, director del Centro Rosarino de Estudios Perinatales.
Carroli trató de no dejarse ganar por la complicidad de los números, pero también advirtió que se palpa un guiño positivo en la ciudad. "Siempre dije que hay que ser cautos con los números, pero la tendencia se sigue produciendo. Y uno se pone cada vez más optimista. Los que hacemos investigación somos siempre bastante cautos. Los niveles que van bajando son pequeños pero significativos, y se verifican año a año. Desde 2012 lo estamos viendo", afirmó.
"Esta disminución nos pone más optimistas. Creemos que es el reflejo de políticas de salud que van surtiendo efecto. Algunas un poco más retrasadas que otras", apuntó Carroli, quien refirió a que "en las mujeres de más de 40 años se fue reduciendo la proporción de embarazos, y también en las de 45".
Y remarcó que en adolescentes, "no es un problema de dar solamente anticonceptivos. Hay una cuestión socioeconómica y cultural que también incide de manera acentuada".
Tarea cultural. "Inclusive, hicimos un estudio que reflejaba que cerca del 45 al 55 por ciento de las mujeres adolescentes veían al embarazo como un proyecto de vida. Es decir que querían realmente tener un embarazo a esa edad", subrayó.
"Es una tarea muy ardua porque el embarazo adolescente toca a la mujer desde el punto de vista físico, sobre todo debajo de los 17 años. A esa edad tienen más enfermedades las madres, y más enfermedades los hijos. Son prematuros y de bajo peso. Aumenta la cantidad de problemas que pueden surgir", sostuvo.
Sobre la saludable caída del porcentaje de embarazos en adolescentes, reconoció que "se están viendo estos números como algo que se produce, pero hay que seguir siendo cautos. Igual hay que darlo a conocer porque es algo que está pasando. Entre tantas cosas negativas, surge esto positivo y hay que difundirlo".
"Es algo que nos alienta mucho, más teniendo en cuenta los niveles que hay en todo el país", concluyó Carroli.