Las mujeres recuperaron más rápidamente que los varones su participación en el mercado laboral tras la pandemia. En el cuarto trimestre del año pasado la tasa de actividad llegó al 50,3% y creció 2,7 puntos y la de empleo al 46,4%, 4,5 puntos por encima de igual período de 2020.
“Las mujeres en Argentina presentaron niveles récord de empleo y actividad económica al final del último año”, dijo en marzo pasado la ex directora nacional de Economía, Igualdad y Género, Mercedes D’Alessandro, en el marco de la presentación del “Panorama Laboral de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)”.
Explicó que las mujeres cerraron el año pasado con un aumento interanual en el empleo de 4,5 puntos porcentuales, y entre 2020 y 2021, disminuyeron sus tasas de desempleo de 11,9% a 7,7%. En el caso de las mujeres jóvenes, esta mejora fue de casi 10 puntos: 26% a 16,2%.
Desde esa dependencia, señalan que estas cifras son la prueba más concreta de que funcionaron las herramientas que dispuso el Estado nacional y los estados provinciales y los municipios. En ese sentido contribuyeron distintas políticas públicas que permitieron cerrar brechas de género en términos de acceso al mercado laboral y de ingresos como la ampliación de la cobertura de la Asignación Universal por Hijo/a y por Embarazo, además de la creación del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) que priorizó a las mujeres cuando fuera solicitado por más de un miembro del hogar.
Aunque aún la participación femenina en el mercado de trabajo sigue siendo menor a la de los hombres y fueron las mujeres las que sintieron el golpe más fuerte en términos de empleo durante el año de inicio de la pandemia _se perdieron 1,7 millones de puestos de trabajo femeninos en el segundo trimestre de 2020_ lo novedoso es el ritmo de inserción, que se aceleró en el tercer trimestre de 2021 y mantuvo esa dinámica en el cuarto trimestre de ese año.
Un informe publicado por el Ministerio de Economía de la Nación en base a datos del 3º trimestre de 2021 ya mostraba que en ese período las mujeres no sólo recuperaron su participación laboral sino que alcanzaron tasas récord de actividad (50,4%) y de empleo (45,9%), las más altas desde 2017 (dato más antiguo disponible con la actual metodología de la EPH).
En este sentido, señalaron que se trata de una recuperación de la actividad con empleo: las mujeres no sólo volvieron al mercado laboral sino que lo hicieron con trabajo, a diferencia de otros períodos históricos (como la crisis de 2001 o la década del 90) en los que la suba de la tasa de participación no implicaba más empleos sino más desocupación.
En este contexto, el empleo de las mujeres llegó a 1,2 p.p. por encima del cuarto trimestre de 2019 y el de las menores de 30 años, se ubicó en 0,9 p.p. por arriba del nivel prepandemia.
Así, desde la cartera nacional plantearon que el desafío este año es consolidar las políticas que sostengan a las mujeres en el mercado laboral con empleos de calidad y mayor presencia en los sectores estratégicos de la economía, que son los más masculinizados.
“La inserción en sectores estratégicos como la industria, la energía, la tecnología o el transporte reduce brechas estructurales de acceso al empleo y de ingresos, y esto produce un impacto multiplicador en toda la economía”, indicó la Dirección de Género del Ministerio de Economía.
Los datos oficiales muestran que mientras las mujeres representan el 96% de la fuerza laboral en un sector como es el servicio doméstico, el 76% en enseñanza y el 71% en servicios sociales y de salud; apenas alcanzan el 28% en la industria manufacturera, el 20% en energía, el 19% en actividades primarias, el 14% en transporte, almacenamiento y comunicaciones y el 4% en construcción.