El impacto de la sequía recortará ingresos por u$s 20 mil millones en la economía argentina. Y por efecto de esta crisis, la producción fabril de la provincia ya mostró una caída de 9,2% en febrero, de acuerdo al último informe de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe). Sin dejar de reconocer la gravedad de la situación, el secretario de Industria, Claudio Mossuz, destacó que al interior de esa cifra se abre una heterogeneidad sectorial importante, con ramas que aguantan e, incluso, se expanden. En su análisis, la diferencia entre esta y otras coyunturas difíciles es la disponibilidad de herramientas de asistencia que existen. “Si logramos que las industrias puedan aprovechar la palanca crediticia que se puso a disposición, el sector tiene posibilidades importantes de resistir este momento y perspectivas interesantes para volver a invertir”, dijo.
Aunque suene paradójico, al mismo tiempo que subrayó el despliegue de esta red de contención, descartó la posibilidad de renovar el programa Santa Fe de Pie, que direccionó en la pospandemia $ 20 mil millones en créditos subsidiados por Nación y provincia hacia el sector industrial, a tasas que arrancaron al 16% en 2021. La explicación que dio es que “ahora todo el esfuerzo fiscal provincial está puesto en paliar los efectos de la sequía y destinado a financiar la emergencia agropecuaria”.
Mossuz explicó que el dato de producción industrial de febrero mostró las primeras consecuencias del efecto climático. Sin embargo, aclaró que también estuvo “muy influenciado” por la baja del 50% del complejo oleaginoso. En contraste, hubo otras ramas que crecieron, como el caso de la automotriz y otras, como la de maquinaria agrícola, en las que la baja “no fue tan pronunciada”.
En el caso de la maquinaria agrícola, puntualmente, recordó que durante casi dos años tuvieron “ventas inusuales por el crecimiento importante que mostraron”, y subrayó que, en ese proceso, “invirtieron en equipamiento, en infraestructura y elevaron el nivel de empleo arriba del 30%”. Hoy, con la sequía, “no les está resultando fácil” mantener ese nivel. De hecho, yas es “un golpe un poco duro” volver a “la estacionalidad típica de diciembre, enero o febrero en el que las ventas bajan”.
Mossuz se mostró confiado en que el cambio en el clima genere un nuevo impulso y que en la próxima muestra agropecuaria, Agroactiva, el sector “llegue con otro humor”. Esta esperanza también está sustentada en el proceso inversor que, según indicó Mossuz, se mantuvo en el sector industrial pese a la situación económica. “Hay inversión, muchas empresas siguen inviertiendo”, dijo.
“Debemos ser realistas, venimos de dos años de suba de los precios internacionales que dieron un ingreso extra y motivaron el impulso que tuvimos en la pospandemia, en la mochila todavía hay algo de ingresos”, señaló.
En este contexto, el titular de Industria expresó su temor de que “el humor preelectoral” atraviese más la economía que “la sequía” y magnifique los efectos de la crisis.
Una crisis que también se manifiesta en la dificultad de provisión de insumos, por la fuerte restricción externa que vive el país. El funcionario señaló que la situación se agravó en las últimas semanas. “Se nota una disminución o ralentización en la aprobación de las Sira”, reconoció y dijo que las quejas que reciben desde los industriales las canalizan a la Secretaría de Comercio Exterior que gestiona este tema con la Secretaría de Comercio de la Nación.
“Lamentablemente vamos a sentir un golpe un poquito más fuerte porque no hay dólares y heredamos una situación compleja de endeudamiento que ahora la sequía agravó”, dijo Mossuz, quien también le apuntó a la inflación. “Soportar aumentos de 60% en dólares, como ocurre en algunos sector y de 30% en insumos básicos como aluminio o acero, cuando en el mundo son del 10%, se vuelve imposible”, detalló para explicar que hay “muchas avivadas” en el país.
Más allá de estas dificultades, valoró que “el modelo industrial que vimos en la pospandemia permitió que rápidamente tangamos niveles de empleo como no tuvimos nunca”. De cara al año electoral, advirtió: “Hay algunos precandidatos que plantean objeciones al modelo productivo actual, cuando en rigor fue el que mostró un índice de empleabilidad como pocas veces tuvimos y que, con pandemia, guerra y sequía, hoy estemos recuperando los niveles de seis años atrás”.