Sin grandes modificaciones en las tasas de interés pasivas, el conjunto de depósitos en pesos del sector privado aceleró su ritmo de expansión y creció al 9,2% mensual en abril, la tasa de expansión más alta en cinco años.
Así lo destacó el economista Joaquín Berro Madero, del Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) de la Fundación Mediterránea, en un reciente informe de coyuntura.
“Por su parte, los créditos al sector privado, que habían mostrado más dinamismo en los primeros meses del año, ahora se expanden al 1,3% mensual, aunque los de consumo lo hacen al 2,8%”, indicó.
Créditos. Mientras que señaló que “la canalización de depósitos a préstamos pierde intensidad, y la diferencia deriva en un creciente stock de Letras del Banco Central en poder de las entidades”.
Según su visión, luego del repunte registrado en marzo, los datos del mes de abril reflejan un estancamiento en los créditos bancarios.
En definitiva, el fondeo de los bancos vía depósitos del sector privado viene acelerándose en forma significativa mes a mes desde el comienzo de 2015.
“Esto es, los depósitos en pesos en los bancos crecieron 1,4%, 2,4%, 4,2% y 4,5% intermensual en los primeros cuatro meses del año, respectivamente, fenómeno motorizado por las colocaciones en plazo fijo”, añadió.
Récord. Ocurre que mientras durante los tres primeros meses del año los depósitos a plazo en pesos crecieron 4,8% intermensual promedio, en abril lo hicieron al 9,2%; la tasa de expansión más alta registrada hace por lo menos cinco años.
“Los depósitos a plazo representan prácticamente la mitad (48%) del total de los depósitos del sector privado. Por su parte, las colocaciones en caja de ahorro, que mostraron retrocesos en los primeros meses del año, en abril se expandieron 3,5% intermensual”, indicó Berro Madero.
Por último, las colocaciones en cuenta corriente, de comportamiento más volátil, cayeron 1,4% intermensual el mes pasado.
El informe de la Fundación Mediterránea explicó que “este fenómeno se produce en un contexto en el cual las tasas de interés pasivas no han sufrido importantes modificaciones”.
“Esto significa que desde comienzos de año a esta parte, tanto la tasa pasiva minorista como la mayorista (Badlar), se han movido en torno a 20,4% anual la primera y 20,6% anual la segunda; registrándose apenas una leve moderación en las últimas semanas”, precisó.
Calma financiera. Para el analista, posiblemente la moderación tanto en las expectativas de devaluación como en las de inflación, haya incentivado a los agentes a colocar una mayor porción de sus ahorros en los bancos.
“Sobre todo en un contexto de incertidumbre respecto a la política electoral”, señaló el informe, que subrayó que “el incremento de 6,8% intermensual de los depósitos en moneda extranjera registrado en abril refuerza esta hipótesis”.
A fines del año pasado, el presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Alejandro Vanoli, fijó un piso en la remuneración de los plazos fijos para las imposiciones de montos menos elevados.
La medida formó parte del paquete de acciones dispuesta para bajar las expectativas de devaluación y calmar el dólar blue. Los analistas de la city se horrorizaorn por entoncesy vaticinarons fracaso, así como la pérdida de rentabilidad de los bancos. Una vez más, fallaron.