Como se podía avizorar hacia fin del año pasado, la suba de tasas de interés derivada de la política de esterilización monetaria implementada por el Banco Central (BCRA) ha resentido la dinámica de los créditos en pesos al sector privado.

Como se podía avizorar hacia fin del año pasado, la suba de tasas de interés derivada de la política de esterilización monetaria implementada por el Banco Central (BCRA) ha resentido la dinámica de los créditos en pesos al sector privado.
Las líneas mayormente afectadas son aquellas vinculadas a la actividad comercial. Por su parte, los depósitos bancarios en pesos del sector privado —que habían mostrado un significativo repunte hacia fin del año pasado, respondiendo a la suba de tasas, moderan su ritmo de expansión.
Así se desprende de un informe de coyuntura de Ieral Fundacion Mediterránea elaborado por Eliana Miranda, que destaca que la novedad dentro del mercado de depósitos privados la constituye la dinámica que han tomado las colocaciones en moneda extranjera; que luego de permanecer estancadas por largo tiempo, hoy vuelven a crecer.
Como se mencionara anteriormente, con datos hasta el 15 de febrero, se tiene que los depósitos en pesos del sector privado en los bancos crecen solo 1,5 por ciento, luego de un magro 0,2 por ciento en enero.
Este comportamiento dista significativamente de la expansión de 3,4 por ciento y 4,1 por ciento registrada en noviembre y diciembre pasados, respectivamente.
En detalle, la merma de febrero se debe principalmente por freno en las colocaciones en caja de ahorro (-0,5 por ciento) y plazo fijo (-0,4 por ciento) en pesos.
Por su parte, los depósitos en pesos en cuenta corriente continúan mostrando buen ritmo de expansión ( 5,3 por ciento). En el caso de los depósitos en dólares, se tiene que en febrero crecen al 2,2 por ciento, luego de crecer 17,9 por ciento en diciembre y 5,6 por ciento durante enero.
En este sentido, el stock de colocaciones en moneda extranjera en los bancos, pasó de u$s 9.000 millones en diciembre 2015 a u$s 11.350 millones ahora.
Depósitos en pesos. El comportamiento de los depósitos en pesos es la contracara del movimiento de la tasa de interés. En este sentido, como se puede observar en el gráfico de la derecha, las tasas de interés pasivas que pagan los bancos por los depósitos marcaron un sendero ascendente desde fines de octubre del año pasado, que incluso se intensificó durante la segunda quincena de diciembre.
Así las cosas, la tasa nominal anual —tomando el promedio móvil de 20 días— que pagan los plazos fijos minoristas alcanzó un pico de 27,2 por ciento anual a mediados de enero.
Sin embargo, luego fue moderándose hasta establecerse en torno a 25,4 por ciento anual ahora, comportamiento que tuvo su réplica en los depósitos en pesos.
Por su parte, la tasa que pagan los bancos por depósitos a plazo fijo superiores al millón de pesos (Badlar), mostró un comportamiento muy similar: alcanzó un pico de 28 por ciento anual a mediados de enero, siempre tomando un promedio móvil de 20 días; para luego descender a 26,4 por ciento anual.
Del otro lado del mostrador, la expansión del crédito en pesos —que había mostrado una importante aceleración durante los últimos meses de 2015— registra un retroceso.
Esto es, luego de crecer 5 por ciento y 3,1 por ciento en noviembre y diciembre pasados, este año decreció 0,1 por ciento en enero y 0,8 por ciento ahora.
Como se mencionara anteriormente, las líneas más afectadas han sido las comerciales (adelantos en cuenta corriente, documentos a sola firma, documentos comprados y descontados, entre otros) que retrocedieron -0,5 por ciento en enero y -2,5 por ciento en febrero.
Por su parte, las líneas vinculadas al financiamiento del consumo (personales y con tarjeta de crédito), que venían mostrando un fuerte dinamismo los últimos meses ( 5,5 por ciento m/m en diciembre), moderaron repentinamente su expansión este año: 0,2 por ciento en enero y 0,6 por ciento ahora.
En este caso se destaca el retroceso observado en los financiamientos con tarjeta de crédito que retrocedieron -0,5 por ciento y -0,9 por ciento durante los primeros meses del corriente año.
Por último, los préstamos otorgados con garantía real (hipotecarios y prendarios) mostraron una caída de -0,2 por ciento y -0,3 por ciento en enero y febrero respectivamente.
De todas formas, se debe tener en cuenta que —como refleja el grafico de la derecha—, a pesar de la moderación y retroceso de los créditos; en términos interanuales, todavía el crecimiento sigue firme en torno a 36 por ciento anual, aunque se verifica el cambio de trayectoria.




Por Carina Bazzoni