El Foro Económico Mundial sorprendió con una nueva revelación. En los dos años de pandemia, han aparecido 573 nuevos multimillonarios de los sectores de la alimentación y la energía, lo que supone un nuevo "megarico" cada 30 horas. El total de 2.668 multimillonarios que hay en el mundo posee en conjunto 12,7 billones de dólares, lo que supone 3,78% más que antes de la pandemia y una cifra que ya equivale al 13,9% del PBI mundial, habiéndose triplicado desde el 2000, cuando suponía el 4,4%.
En contraposición, se espera que a finales de este año, 263 millones de personas adicionales puedan verse en situación de pobreza extrema: un millón de personas más cada 33 horas. Así lo denunció Oxfam Intermón, en el informe de "Beneficiarse del sufrimiento" que se publicó este lunes en Davos.
"Los multimillonarios se reúnen en Davos para celebrar el extraordinario aumento de sus fortunas. Para ellos, la pandemia, y ahora el astronómico aumento de los precios de los alimentos y de la energía por la guerra en Ucrania han supuesto, sencillamente, un periodo de bonanza. Mientras, se ha producido un retroceso en los progresos logrados en las últimas décadas en la lucha contra la pobreza extrema", aseveró la directora ejecutiva de Oxfam, Gabriela Bucher. "Millones de personas se enfrentan a un aumento abrumador del costo de vida", alertó.
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"Desigualdades que matan"
Asimismo, la investigación de Oxfam detalló que la riqueza de los sectores más prósperos aumentó más durante los 24 primeros meses de la pandemia que durante los 23 años que transcurrieron entre 1987 y 2010 y representa actualmente el 13,9 % del producto interno bruto mundial.
"Las fortunas de los multimillonarios no han aumentado porque ahora sean más inteligentes o trabajen más duro. Las trabajadoras y trabajadores sí están trabajando más arduamente, pero por un salario más bajo y en peores condiciones. Las personas más ricas han manipulado el sistema con total impunidad durante décadas, y ahora están recogiendo los frutos", afirmó Bucher.
"Mientras, millones de personas se ven obligadas a saltarse comidas, a apagar la calefacción, a retrasarse en el pago de las facturas y a preguntarse qué más pueden hacer para poder salir adelante", manifestó. "Estas obscenas desigualdades están quebrando los vínculos que unen a la humanidad. Son divisivas, corrosivas y peligrosas. Son desigualdades que literalmente matan", agregó.
“Los líderes mundiales que estos días se reúnen en Davos se enfrentan a un dilema: anteponer los intereses de élites y multimillonarios que se aprovechan de manera desmesurada de este modelo económico o adoptar medidas valientes en defensa de la gran mayoría de la ciudadanía. ¿Una prueba de fuego? Veremos si los Gobiernos aplican por fin el sentido común y se deciden por ejemplo a gravar más la riqueza de los milmillonarios", expresó Íñigo Macías, responsable de investigaciones de Oxfam Intermón.
La ONG Oxfam pidió gravar "urgentemente" a las grandes fortunas del planeta, en un informe publicado coincidiendo con el foro de Davos, y advirtió que los más pobres están sufriendo cada vez más de la inflación.
Según ella, "la pandemia y ahora las fuertes subidas de los precios de los alimentos y de la energía han sido, sencillamente un golpe de suerte para ellos". Oxfam basa sus cifras en la clasificación de la revista Forbes de las personas más ricas del mundo y en los datos del Banco Mundial.
"Estamos revirtiendo décadas de progreso en materia de pobreza extrema, con millones de personas que se enfrentan a costes imposibles para simplemente mantenerse con vida", dijo Bucher.
Para hacer frente a este problema, la ONG pide varias medidas fiscales, entre ellas un impuesto de solidaridad único sobre la nueva riqueza adquirida por los multimillonarios durante la pandemia, con el objetivo de utilizar los recursos que se obtengan para apoyar a los más pobres y lograr "una recuperación justa y sostenible" tras la pandemia.
También propone un impuesto temporal sobre los beneficios extraordinarios obtenidos en los últimos años por las multinacionales de los sectores alimentario, farmacéutico y petrolero, por ejemplo.
Un impuesto anual del 2% sobre los millonarios y del 5% sobre los multimillonarios generaría 2.520 millones de dólares al año, según los cálculos de la organización, una suma que podría sacar a 2.300 millones de personas de la pobreza extrema, distribuir vacunas suficientes para todo el planeta y dotar a todos los países pobres de cobertura sanitaria.