La Legislatura de La Rioja aprobó el proyecto del gobernador Ricardo Quintela de crear una cuasimoneda para hacer frente a los compromisos del Ejecutivo provincial. El Bono de Cancelación de Deuda (Bocade), que será conocido como “El Chacho” se utilizará para pagar salarios a trabajadores de la administración pública y gastos por obras y servicios.
La emisión es por $ 15.000 millones y el gobierno provincial ahora debe acordar con el Banco de La Rioja “u otras entidades bancarias de plaza”, la forma y modalidad de acreditación de los importes depositados. Además, los tres ámbitos del Estado (municipalidades, empresas y entidades descentralizadas) están obligadas a aceptar la cuasimoneda “en cancelación total o parcial de sus créditos en dinero”.
Más temprano, Quintela justificó la creación de la cuasimoneda: “Nos obligan a esto por la velocidad, el salvajismo, por la crueldad del ajuste que se precipitó en 20 días”, dijo en referencia al gobierno nacional.
El gobernador aseguró además que existe un “plan de desestabilización” de las provincias por parte del gobierno nacional.
La experiencia riojana remitió a la proliferación de instrumentos similares durante la crisis económica del 2001, aunque existen antecedentes de bonos de cancelación de deudas lanzados a mediados de la década de los 80.
El recurso derivó de la prohibición fijada por la ley de convertibilidad al Banco Central para la emisión de pesos sin el correspondiente respaldo de sus reservas, a razón de una paridad 1 a 1 con el dólar estadounidense.
En el tramo final de la presidencia de Fernando de la Rúa ese régimen monetario ya había cumplido una década de vigencia con un déficit fiscal creciente, al que cada vez costaba más financiarlo a través del endeudamiento por el alza de las tasas de interés y las dificultades para acceder al mercado de capitales.
En agosto de 2001 se anunció la emisión de las Letras de Cancelación de Obligaciones Provinciales (Lecop) por $ 1.000 millones, aunque al año siguiente hubo una segunda emisión, ya en la presidencia de Eduardo Duhalde, por lo que en total se emitieron $ 3.271,6 millones.
Pese a la emisión de Lecops, distintos gobiernos subnacionales iniciaron una emisión alternativa de bonos sustitutos de moneda. En la Argentina pasaron coexistieron 16 signos monetarios, además del peso. Estaban las Lecop, el Patacón (provincia de Buenos Aires), las Lecor (Córdoba), el Federal (Entre Ríos), el Cecacor (Corrientes), el Bocade (Tucumán y La Rioja), el Petrom (Mendoza), el Cemis (Misiones), el Bocanfor (Formosa), el Huarpe (San Juan), el Quebracho (Chaco), el Bono Ley 4.748 (Catamarca), las Letras (Tierra del Fuego) y el Petrobono (Chubut y Río Negro).Entre todas, lelgaron a representar el 50% de la circulación monetaria, distribuido entre quince cuasimonedas alternativas a lo largo de todo el país.