El gobernador Miguel Lifschitz reclamó "políticas activas" para desarrollar a la industria. Lo dijo ayer en el marco del discurso de inauguración de la nueva fábrica de tractores de John Deere en Granadero Baigorria, donde la multinacional lanzó la producción nacional de sus equipos 6J, que incluye seis modelos que van de los 110 a 205 HP.
En un fuerte tono industrialista, el mandatario insistió en que se pueden recuperar viejos tiempos "para abrir la economía al mundo pero cuidando lo que tenemos y ayudándolo a crecer", en referencia a la necesidad de cuidar el tejido industrial en el país y puntualmente en Santa Fe.
"John Deere llegó a tener 2.500 trabajadores en las épocas gloriosas de la industria nacional y creo que podemos recuperar esos tiempos", dijo Lifschitz y destacó la responsabilidad social de la compañía que contrató 35 nuevos trabajadores en forma directa, que se suman a los 850 que tiene la planta.
La plana mayor de la multinacional, encabezada por el CEO global Samuel Allen y el presidente de JD Argentina, Gastón Trajtenberg, estuvieron ayer en el lanzamiento del nuevo tractor que se fabrica en Baigorria. Se trata de un segmento de potencia que representa el 45 por ciento de la industria total de tractores en la Argentina, que en total suma 8.000 unidades anuales.
La planta tiene una capacidad de producción de cuatro tractores por día por turno, que suman unos 1.000 anuales, pero actualmente arranca fabricando dos diarios. Los ejecutivos detallaron que "si hay demanda se puede llegar a un nivel diario de seis tractores e incluso sumar un nuevo turno".
Trajtenberg detalló que los tractores 6J estarán equipados con un motor fabricado también en la planta de Baigorria y una integración de piezas nacionales (fundiciones, llantas, cubiertas, baterías, etc.) que el ejecutivo desistió de detallar, pero dijo serán "proporcionales a la tecnología desarrollada".
Los ejecutivos de la marca del ciervo evitaron reiteradamente precisar el monto de la inversión realizada ayer y sólo señalaron que forma parte de un plan y de nuevos anuncios. "Habrá sorpresas en el futuro próximo", dijo Trajtenberg.
Según detalló el portal especializado Maquinac, desde el gobierno nacional informaron que el desembolso de John Deere en esta oportunidad llegaba a los u$s 45 millones.
Pero en rigor, el plan de inversión de la compañía es un proceso que se remonta al año 2012, cuando la firma comenzó con los primeros ajustes para fabricar tractores y cosechadoras en el país en el marco de un proceso de sustitución de importaciones. En ese momento, lanzó un plan trienal de inversión de 130 millones de dólares. En 2010 el gobierno de Cristina de Kirchner limitó el ingreso de tractores y cosechadoras al país, y alentó a toda la industria del sector a profundizar un proceso de nacionalización.
Con el nuevo gobierno, las mejores condiciones llegaron de la mano de la devaluación. Así lo explicó Allen, quien dijo que cuando se reunió con el presidente Mauricio Macri "le manifesté que las políticas que tomó fueron muy beneficiosas para el entorno de la agricultura, sobre todo la devaluación, ya que se pudo exportar más". En Baigorria, se fabrican 1.500 tractores utilitarios por año, 500 cosechadoras y 20 mil motores, de los cuales el 90 por ciento se exporta.