El Gobierno intentará que las petroleras mantengan los precios de los combustibles sin trasladar de inmediato a los surtidores el impacto de la devaluación, pero los expendedores ya alertaron que el litro de nafta puede llegar a 20 pesos, al advertir que se abrieron “las puertas del infierno”.
El ministro de Energía, Juan José Aranguren, se reunió con empresarios petroleros con el objetivo de discutir las bases de un acuerdo anual de precios, a pesar de que el valor del barril interno cotiza hasta 80% más que el internacional.
El presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes, Manuel García, advirtió que la devaluación implica, para el sector, “abrir las puertas del infierno”.
“Esta devaluación ha sido tomada como si fuera una buena noticia. Eso es muy light. Yo creo que aquí se acaban de abrir las puertas del infierno, porque de un solo mordiscón el capitalismo salvaje se ha quedado con el 25% del poder adquisitivo de la sociedad de consumo”, se quejó el dirigente.
En declaraciones a radio Del Plata, García puntualizó: “Antes de la devaluación, el Estado y las petroleras recibían por un litro de combustible 1,40 dólar, hoy reciben 0,90. Están perdiendo 50 centavos de dólar por litro y eso, multiplicado por los 20.000 millones de litros que se comercializan, son 10.000 millones de dólares”.
“¿Qué va a pasar? Yo creo que se va a actualizar el precio del combustible y va a haber que multiplicar los 14 pesos que vale el dólar por 1,40 dólar, lo cual va a dar un combustible de 20 pesos por litro. Eso va a hacer estragos en el bolsillo de la gente”, alertó.
García indicó: “Las petroleras se manejan en dólares porque toda la inversión es en esa moneda. Lo que tienen que incorporar de insumos se paga en dólares y no van a resignar 50 centavos por litro”.
“Posiblemente sea en dos veces, pero va a llegar a ese precio de 20 pesos: las empresas necesitan recaudar 1,40 dólar por litro”, advirtió.
Por otra parte, Aranguren resaltó que “por el momento” el Estado va a mantener el subsidio al precio del gasoil que pagan las empresas de transporte público.
No obstante, anticipó que “a largo plazo” se buscará que se reconozcan “los costos de producción”.
“Hoy el gasoil subsidiado es el que corresponde al transporte público de pasajero. Por el momento eso va a sostenerse, pero al largo plazo lo ideal es que se reconozca el costo de producción”, enfatizó el funcionario, en declaraciones a radio Continental.
Según Aranguren, cuando baje la inflación y suban los salarios, los usuarios “podrán hacer frente al valor económico de producir energía”.