El futuro ministro del Interior, Guillermo Francos, señaló que el dólar oficial podría moverse en un rango de entre $ 600 y $ 650 tras el cambio de gobierno. Esto es alrededor de un 70% por encima del actual nivel.
El ministro del Interior, Guillermo Francos, destacó el protocolo antipiquetes que pondrá en marcha este miércoles el Ministerio de Seguridad de la Nación.
El futuro ministro del Interior, Guillermo Francos, señaló que el dólar oficial podría moverse en un rango de entre $ 600 y $ 650 tras el cambio de gobierno. Esto es alrededor de un 70% por encima del actual nivel.
En una entrevista televisiva, Francos, consideró que el nivel de $ 600 ó $ 650 era “un valor razonable” para el dólar después del 10 de diciembre, y consideró que no ve “motivo” para “una disparada”. Este movimiento significaría un brusco salto desde el precio actual, aunque por debajo de las cotizaciones paralelas.
En el mercado oficial, la cotización mayorista finalizó el lunes en un rango de entre $ 361,45 y $362,45 por unidad, $ 1,35 por encima del viernes pasado. En tanto, el dólar minorista -en base a las pantallas del Banco Nación- se ubicó $ 1,50 por encima de lo registrado el viernes pasado, en un promedio de $ 378 para la venta y $ 360 para la compra.
Los paralelos, en cambio, marcaron una tendencia mixta al cierre de la jornada: el CCL bajó 0,8%, para ubicarse en $ 897,74; mientras que el MEP ascendió 0,3% y quedó en $ 910,03. El blue bajó $20 a $ 935 para la venta.
El Banco Central vendió u$s 85 millones y acumula ventas en el mercado único y libre de cambios (MULC) por u$s 192 millones, precisó el analista de mercado, Gustavo Quintana.
En términos de políticas económicas, el futuro ministro del Interior apuntó a anclar expectativas frente a un corrimiento cambiario desde la semana próxima, cuando los analistas divergen sobre las distintas alternativas que maneja el nuevo gobierno para devaluar. Las opciones van desde la “unificación cambiaria” lisa y llana, hasta la devaluación parcial con cepo, pasando por le desdoblamiento cambiario.
Una pista la pueden dar las negociaciones que realiza el futuro ministro de Economía, Luis Caputo, para endeudarse con el FMI, con un consorcio de bancos del exterior por unos u$s 3.000 millones y con los propios agroexportadores. En el mercado del dólar futuro, el tipo de cambio se estima en la zona de $ 760, lo que habla de una devaluación del orden del 100%.
La advertencia es por el impacto inflacionario que un ajuste cambiario tendría con una inflación que ya corre a un ritmo del 10% mensual. En el flamante equipo económico evalúan que las señales fiscales constituyen la única ancla posible ya que, en términos nominales, no existe la chance de sostener sin cambios ninguna de las otras variables que puedan mitigar el pasaje a precios. Si la idea es aplicar un recorte del gasto público y, por consiguiente, un freno de la emisión para financiar ese déficit, entonces el impacto -benéfico, piensan- en términos monetarios se vería recién en 24 meses.
“Aunque haya mercado cambiario desdoblado a partir del 11 de diciembre, no existen instrumentos para fijar el tipo de cambio oficial en alguna paridad que pueda cumplir el rol de ancla”, señala la Fundación Mediterránea en su último informe. A su juicio, las expectativas de inflación “no podrán ser ancladas por la vía cambiaria, lo que refuerza la importancia de la política fiscal y de las pautas que se definan para la evolución del gasto público”.
Para el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso), la pérdida de poder adquisitivo de los ingresos y el shock ortodoxo de ajuste del gasto, junto a la “corrección” de precios relativos (aumento de tarifas, combustibles, alimentos, y tipo de cambio en detrimento de los salarios), generarán “un escenario de recesión en los próximos meses, pero no así una solución para la inflación”. Esto se debe a que ya fueron incorporados “como un piso inercial en los contratos” que “no va a ceder ante ajustes fiscales y monetarios”.
Por Claudio Berón