Un fuerte incremento del dólar blue marcó la temperatura de un mercado cambiario inestable, reflejando así la crisis económica que atraviesa el país, y las operaciones este miércoles cerraron con una cotización de 317 pesos para la venta, alcanzando así un nuevo récord.
La alta volatilidad de la moneda estadounidense en el mercado informal llevó a que alcanzara los 318 pesos por dólar, pero en el cierre de las operaciones bajó un peso, lo que configuró un alza de 16 pesos en el día, haciendo que en julio el blue haya aumentado 79 pesos, es decir un 33,2%.
Esta tendencia alcista extendió aún más la brecha cambiaria con el dólar oficial mayorista a 145%, que subió 24 centavos y cerró a 129,38 pesos.
En cuanto a las paridades bursátiles, el dólar contado con liquidación a través del bono Global 30 (GD30C) se convino en otro récord: 312 pesos, mientras que el dólar MEP con el bono Bonar 30 (AL30D) llegó a un récord de 305 pesos.
Los analistas coincidieron en calificar a la situación como "imprevisible", y a la creciente incertidumbre sobre la economía la fundamentaron por las tensiones políticas dentro del gobierno y por la designación de "la economista heterodoxa Silvina Batakis como ministra de Economía".
La brecha cambiaria en 145% es la más amplia desde el 23 de octubre de 2020, cuando llegó a 149,6%.
Otro dato inquietante para quienes deben explicar el complejo momento que vive la Argentina con el gobierno del Frente de Todos es que desde el 10 de junio el Banco Central le giró al Tesoro unos 450.000 millones de pesos en concepto de adelantos transitorios, y aunque esa enorme masa de pesos equivalente a un 2,3% del PBI fue en parte absorbida a través de Letras de Liquidez (Leliq), no pudo evitar un shock inflacionario, pues la Base Monetaria creció un 10%en ese lapso, a 4,2 billones de pesos, tal como se refleja en las estimaciones de inflación para julio, por encima del 7%.
Este contexto económico también genera momentos de zozobras en la sociedad porque los precios se han disparado en todos los rubros, siendo los de mayor impacto los relacionados a la alimentación, que golpea de manera directa a los sectores más vulnerables y a la clase media baja.