Ubicada a 14 kilómetros al sur de Rosario y habitada por unos 6 mil vecinos, la localidad de Alvear recibe el nombre del que fue originariamente propietario de esas tierras: el Dr. Diego de Alvear. Es más, sobre la ribera del río Paraná se encontraban las ruinas de la antigua residencia de Alvear.
En esa casona pasó su infancia Marcelo T. de Alvear, sobrino del propietario, que más tarde llegaría a ser presidente de la República. Y allí se albergaron, en sus andanzas electorales, el general Julio Argentino Roca (presidente de la República y responsable de la conquista del desierto) y Lucio V. Mansilla, militar, escritor, político, periodista y diplomático. También se alojó en ella siendo candidato a la presidencia Nicolás Avellaneda, y en sus jardines se llevó a cabo el banquete con que la elite rosarina agasajó al político.
Esa opulencia quedó en el olvido en los albores del siglo XX, ya que la vieja casona fue abandonada en 1887, poco después de la muerte de Diego de Alvear.
No puede calcularse con exactitud cuándo empezaron a afincarse los primeros pobladores de lo que es hoy el Pueblo de Alvear; pero comenzó por el llamado barrio Las Ranas, y es lógico suponer que su inicio debió ser simultáneo con la construcción de la Estación Alvear, que se inauguró en 1886. Tampoco se sabe si los pobladores, casi todos italianos, fueron inmigrantes recién llegados al país o simplemente procedentes de Monte Flores, colonia muy anterior al Pueblo Alvear.
Por esta zona transitaron las tropas del general José de San Martín y de Manuel Belgrano. También los ingenieros revisaron cada hectárea para la ubicación de la línea telegráfica que uniría Rosario con Buenos Aires.
En 1886, Alvear tuvo la primera gran estación ferroviaria de la región, antes que la localidad de General Lagos, la primera en importancia después de Rosario en el trayecto hacia Buenos Aires.
De aquel pueblo escondido al final del bulevar se llegó al pujante que da la bienvenida desde la ruta 21 y anhela tener su ingreso desde autopista por Piedrabuena. Alvear es la conjugación del esfuerzo de quinteros y pescadores, del puerto y el aeroclub, de la automotriz y las rutas, de los parques industriales y las 200 empresas que los pueblan.
En la actualidad la comuna está compuesta por 25 barrios, cuenta con postas sanitarias con guardia de 24 horas en una de ellas y garantiza la atención con 76 profesionales en el Centro de Salud. Alberga también un polideportivo con pileta climatizada, y una escuela de deporte y cultura con más de 40 talleres y presencia en cada rincón de la comunidad.
En efecto, el polideportivo “Centenario” se ha convertido, desde su creación en el 2015, en un espacio que es utilizado durante todo el año. En la temporada estival con las colonias de vacaciones para niños, adolescentes y adultos. Y de abril a noviembre con más de 600 inscriptos, de diferentes edades, que se suman a las propuestas que ofrece la pileta climatizada.
Actualmente el desafío es la concreción de la escuela secundaria con perfil industrial, y lograr que 66 familias tengan su terreno para poder acceder al tan ansiado techo propio.
Además, se llevó agua potable a los barrios Bajo Paraná, Santa Susana y Arbilla I; se invirtieron 40 millones en obras de desagües y cordón cuneta, se jerarquizó la colectora de La Carolina y Tierra de Sueños, y se está edificando un Salón de Usos Múltiples en el Distrito Oeste. A esto se suman la más de 450 luminarias led en todo el ejido urbano.
Por otra parte, se está fortaleciendo la responsabilidad empresarial, capacitando a mil trabajadores y estudiantes por año, promoviendo becas y oficiando de puente para lograr un trabajo digno y de calidad.
Según consignó el actual presidente comunal, Carlos Pighin, “el futuro es próspero y ubica a Alvear a la vanguardia de la bioeconomía, con un lugar geográfico de privilegio”.