Un narcotraficante condenado a 820 años de prisión por la muerte de 15 nicaragüenses y un holandés en 2008 fue señalado hoy como responsable por el asesinato de otras 14 personas en el interior de un penal en julio de 2016, incluyendo una modelo argentina, indicaron hoy las autoridades en Guatemala.
La investigación del caso arrojó por resultado que Marvin Montiel, alias El Taquero, cuya condena fue dictada por un tribunal en enero de 2016, es también responsable de estas catorce muertes.
La modelo argentina se encontraba visitando a un militar retirado cuando quedó en medio de un enfrentamiento entre dos bandas.
El anuncio de la acusación fue hecho en conferencia de prensa por la fiscal general Thelma Aldana y el titular de la Comisión Internacional Contra la Impunidad para Guatemala (Cicig), el colombiano Iván Velásquez, organismos a cargo de las pesquisas.
La acción de Montiel estuvo dirigida -en una aparente disputa de poder dentro de las cárceles- contra el capitán retirado del Ejército guatemalteco Byron Lima, quien purgaba veinte años de prisión por el asesinato en 1998 del obispo Juan Gerardi.
Lima cumplía su condena en la Granja de Rehabilitación Pavón, cerca de la capital, y la Cicig lo identificaba como "el rey de las cárceles". Un informe de la Comisión de 2014 señaló que el militar —amigo del expresidente Otto Pérez, también militar retirado— controlaba una amplia red que, entre otras cosas, arreglaba el traslado de presos y contaba con la colaboración de las autoridades.
La muchacha argentina fallecida en el suceso fue identificada como Joanna Elizabeth Birriel, una modelo de 24 años oriunda de Misiones, quien se encontraba visitando al militar retirado. Según la prensa local, Birriel colaboraba en un proyecto de gestión ambiental con Lima Oliva, a quien visitaba en el penal al menos una vez al mes.
La fiscal detalló que la enemistad entre Montiel y Lima comenzó en 2015, cuando ambos estaban presos en una cárcel del Cuartel Matamoros, en la capital, donde mantenían actividades ilícitas para obtener "beneficios patrimoniales".
Añadió que la tensión se incrementó a partir de mayo de 2016, hasta que se cometieron los 14 asesinatos. Durante el hecho resultaron heridos además nueve reclusos.
Aldana explicó que durante la investigación se determinó que tanto Montiel como Lima tenían estructuras en el interior del penal, que el exmilitar estaba amenazado de muerte y que las autoridades penitenciarias no adoptaron ninguna medida para protegerlo.
Lima se hizo del control de la cárcel y decidía quién ingresaba y qué reos eran trasladados previo pago de fuertes sumas. También sometía a vejámenes a los integrantes del grupo del narcotraficante, explicó la fiscal.
A su vez, Montiel se hizo de los negocios en el penal de Pavón, a donde ingresaba drogas y armas.
Detalló que en la investigación se estableció que Montiel dio ordenes para que a Lima se le disparara en la cabeza porque utilizaba un chaleco antibalas.
A su vez, Velásquez dio cuenta de que fue el reo Mashel Moisés Cardona, de la estructura del narcotraficante, quien tuvo a su cargo la misión de eliminar al militar retirado.
"Pudimos verificar que a Lima le asignaron guardias para su seguridad personal, pero cuatro días antes del ataque se los retiraron", dijo el comisionado de la Cicig.
Velásquez anunció que por el asesinato de Lima, los otros doce reos y la modelo argentina, serán citados para primera declaración diez presos, entre ellos Montiel y Cardona.
Explicaron que como resultado de la investigación también se cumplió entre ayer y este jueves con la captura del ex director del Sistema Penitenciario (SP) Luis Carlos de León Zea, así como de Basilio Hernández, quien entonces era el subdirector operativo de Pavón.
También fueron detenidos otros cinco miembros de la estructura externa que dirigía Montiel, entre ellos su mujer Sara Cruz Mansilla, y María Marta Patricia Castañeda, sobrina de la ex primera dama de Guatemala (2008-2012) y ex candidanta presidencial en los comicios de 2015, Sandra Torres.
Aldana dijo que estas dos mujeres fueron las encargadas de comprar las armas e ingresarlas a la cárcel en un vehículo que también iba al penal con materiales que pedía Montiel para una carpintería que utilizaba de "fachada" en el interior del reclusorio.