El grupo empresario Castro, propietario de Helados Panda, de Villa Gobernador Gálvez, se mantiene en su tesitura de cerrar la fábrica y dejar sin trabajo a unos 70 operarios. Tal lo que se desprende de la reunión sostenida ayer en el Ministerio de Trabajo, entre funcionarios de la cartera provincial, el sindicato, los trabajadores y los representantes de la patronal. Luego de comprometerse la patronal a que en 48 horas los trabajadores cobrarán los sueldos adeudados de julio, agosto y el medio aguinaldo, se fijó un cuarto intermedio hasta el viernes, cuando se discutirán los montos indemnizatorios. Superada esta instancia, la firma cerrará sus puertas.
La audiencia se desarrolló desde las 11 en la sede del Ministerio, en San Lorenzo y Lagos, y "primó el criterio de separar cuestiones como el pago de lo adeudado por un lado, e indemnizaciones por otro", señaló a La Capital el secretario de Organización del sindicato y delegado fabril, Alberto González.
El gremialista destacó que las indemnizaciones deberán ser relativamente importantes ya que el personal cuenta con una antigüedad de entre 10 y 14 años.
Con respecto a los siete trabajadores despedidos días atrás "con causa", González señaló que no existe acusación valedera contra estos operarios y que se trató de una maniobra de la patronal destinada a provocar a los trabajadores impulsándolos a dar alguna respuesta violenta. Ahora estamos negociando para que a esos siete operarios se les cambie la carátula del despido y queden en igualdad de condiciones con sus compañeros para acceder a una indemnización.
Especulación. El delegado gremial indicó que la empresa, representada por una abogada, "no se retrajo en absoluto en su decisión de cerrar sus puertas". González especuló luego con que, quizás, los empresarios deseen vender la planta "sin personal", aunque en ningún momento circuló el nombre de algún posible inversor.
Durante todo este período de conflicto, permanentemente los trabajadores expresaron que "no estaban de huelga ni habían tomado la fabrica", sino que permanecían en el lugar en estado de alerta y cuidando las instalaciones.
Sin materia prima. Desde hace más de tres meses la empresa no invierte un centavo en materia prima para la producción y los trabajadores sólo accedieron a algún mínimo monto de dinero a través de la venta de parte del stock de helados acumulado en las cámaras frigoríficas.
En estos días también trascendió que Helados Panda está fuertemente endeudada con sus proveedores y, sólo en materia de consumo de electricidad, el monto es de 250 mil pesos mensuales. Según González, son estas cifras las que desalientan las ideas en torno a que los trabajadores recuperen la empresa y conformen una cooperativa que revitalice la fábrica.
Capacidad. A modo ilustrativo, el sindicalista señaló a este diario que la planta de avenida San Martín al 2800 y que originalmente perteneciera a La Montevideana, tiene una capacidad de producción neta de 13 millones de litros de helados por año y que, sin embargo, durante 2014 apenas superó los tres millones. "Esto fue una gran empresa y la reactivación de la producción no es sencillo como fue, por ejemplo el caso de la fabrica Mil Hojas. Incluso si hablamos de subsidios o créditos para retomar la producción se requiere mucho y no hay dato alguno respecto a inversores", concluyó.