Cristina de Kirchner y La Cámpora, a pocos días de haber perdido la pulseada contra el presidente, en el intento de impedir la aprobación del acuerdo con el FMI, tomaron aire y volvieron a la acción. Le habrían escuchado decir “tenés el acuerdo, ahora ¿quién lo paga?”.
El escenario era inmejorable para impulsar su proyecto que grava activos no declarados en el extranjero; aprovechando la visita a su despacho del embajador de EEUU en Argentina, Marc Stanley. A propósito de dicho proyecto, consultamos al tributarista César Litvin: “Es un blanqueo de activos no declarados en el exterior. Deberán abonar, en dólares, un 20%, 35%,5 0%, dependiendo del momento en que se realice el blanqueo. Luego a dichos activos se les aplicarán los impuestos nacionales que no son menores y a veces son la causa de que esos activos estén en el exterior: Bienes Personales tiene una sobrebretasa de 2,25% y el llamado impuesto a la riqueza establece una alícuota del 5,25%. La vicepresidenta, en el convencimiento de que en Estados Unidos estaría la mayor cantidad de los activos a detectar, intentó persuadir al embajador Stanley que ayude a facilitar la información. Sucede que Estados Unidos no confía en la seguridad informática argentina. La oposición no considera serio a este proyecto. En el caso de la Coalición Cívica, invita al kirchnerismo primero a votar la Ley del Arrepentido.
Es un proyecto cuanto menos extraño: se trata de un blanqueo de lo negro, de la mano de un delator a quien se lo premia.
Es importante señalar el accionar del embajador de los EEUU en Argentina, quien generó una amable reunión con la vicepresidenta y a quien además se lo ve inquieto a la hora de mantener reuniones con distintos actores políticos, y no teme ponerle kilómetros a su permanencia en la geografía argentina; en clara actitud de consolidar un mayor vínculo entre su país y el nuestro.
No sería de extrañar que CFK vuelva a insistir con una nueva contribución de las grandes fortunas. Seguramente tomaría como ejemplo la propuesta del presidente norteamericano Joe Biden que impulsa un impuesto a las grandes fortunas.
Un tema no menor es lo que ocurre en el Congreso a la hora de su funcionamiento. Deberían estar constituidas todas las comisiones, solo en Diputados están trabajando Presupuesto y Hacienda y Finanzas. La ruptura de la coalición gobernante y las desavenencias dentro de la coalición opositora impiden que se constituyan las mismas. El Poder Ejecutivo no manifiesta tener apuro en que esto ocurra.
El tercer integrante de la coalición de gobierno que se conformó en 2019, Sergio Massa, incómodo con la tensión extrema que imposibilita avanzar con cualquier proyecto, impulsa el camino que recorrió junto al Dr. Roberto Lavagna, cuando planteaban una agenda de consensos en torno a un modelo de desarrollo. El Dr. José Ignacio de Mendiguren, hombre del massismo, nos dijo: “El único camino para que Argentina recupere su matriz productiva es salir de las grietas”. Massa convocará a los presidentes de bloques para armar una agenda de consensos. El diputado Gerardo Millman, muy cercano a Patricia Bullrich, fue uno de los primeros en contestarle vía tweet: “Con reglas y agenda clara, sin trampas y con franqueza, este camino puede ser interesante”. En la misma dirección se expresó el presidente del Interbloque Federal, Alejandro Topo Rodríguez: “Durante la campaña presidencial 2019 desde Consenso Federal planteamos la importancia de políticas de consenso. Este es el camino, no la confrontación”.
Mientras tanto, en Santa Fe volvió hablarse sobre la reforma a la Constitución provincial. Consultado el presidente del Partido Justicialista Ricardo Olivera, se mostró a paso cansino, manifestando la necesidad de esperar la convocatoria del gobierno, “dado que los acuerdos los debe hacer el gobierno con los partidos. Nosotros estamos dispuestos a consensuar”. El presidente de la cámara de Diputados, Pablo Farías, manifestó que “salvo el proyecto del diputado Real, nadie plantea el tema como agenda legislativa, ni formal ni informal”. El diputado entiende que no hay margen para una Convención reformadora. El presidente de la UCR santafesina, Felipe Michlig si bien define a su sector como reformista, considera que hay que buscar el momento adecuado, no es éste dado que el proceso electoral ya está en marcha. Agustín Rossi considera que es absolutamente innecesario en este marco.
Sí ha tenido aprobación un proyecto de audiencia pública sobre las autonomías municipales impulsado por el diputado Rubén Giustiniani, la misma se va a desarrollar el 11 de abril en la Facultad de Derecho de la UNR. La pregunta es: ¿se puede avanzar por ley sobre la autonomía o es necesario reformar la Constitución? Lo mismo cabe para la extensión de los mandatos de los presidentes comunales. El número que habilita la reforma son los dos tercios. Debe haber voluntad política de todos los sectores para que esto ocurra.
Este viernes, en el camping del Sindicato de Trabajadores de la Industria del Plástico, “Hacemos Santa Fe” presentará su plataforma e intentará mostrar raigambre territorial tras la candidatura a gobernador 2023 del actual senador Roberto Mirabella.