Julio Zamora, ídolo y campeón con Newell’s, fue uno de los primeros que estuvo cerca de Omar Palma desde que sufrió la descompensación, el pasado 30 de septiembre, y cuando se conoció el fallecimiento del referente canalla no dudó ni un instante en darle la despedida a su gran amigo que le dio el fútbol.
El martes apenas se abrieron las puertas del Gigante de Arroyito para el velatorio, Zamora sorprendió a más de uno de los presentes y fue muy reconocido por una actitud de compañerismo que lo enaltece como persona.
Omar Palma y Julio Zamora se conocieron en los torneos barriales de la zona norte
Es que Palma y Zamora se conocieron en los torneos barriales de la zona norte, los dos llegaron al fútbol profesional, defendieron los colores de Central y Newell’s, respectivamente, luego se hicieron buenos amigos jugando en River y de ahí por siempre los unión una gran amistad. Por eso el Negro Zamora, sin distinción de colores de camisetas, fue a darle el último adiós al querido Omar Palma.
“La muerte de Omar Palma cayó muy mal a todo mi entorno familiar. Hace una semana que no podía dormir, iba al hospital para saber el estado de salud de mi amigo que me dio el fútbol. Y cuando me informaron sobre su deceso sentí un dolor muy grande en mi corazón. Por eso apenas se conoció el horario de su velorio no dudé un segundo para estar con sus seres queridos y darle el último adiós a un amigo y hermano que lo conocí cuando tenía trece años. Con Omar pude compartir muy buenos momentos dentro y fuera de la cancha. Tengo muchas anécdotas de uno de los mejores jugadores que dio el fútbol argentino y sobre todo un ser humano extraordinario”, le confió Julio Zamora a Ovación, quien estuvo los dos días presente en el velorio del amigo canalla. El ídolo de Newell’s y el Tordo jugaron para River dirigidos por César Luis Menotti, en una amistad que siguió por siempre.
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Una amistad que nació en los torneos barriales . Omar Palma y Julio Zamora, rivales en la cancha. Disputaron el clásico de Rosario Central y Newell's y también fueron compañeros en el River dirigido por el Flaco César Luis Menotti.
En River jugaron por primera vez juntos
La vida los juntó en la entidad millonaria, ambos llegaron en sus mejores momentos de sus carreras en el fútbol, y ya eran amigos desde antes de empezar a jugar en primera división. Se conocieron en certámenes libres que se realizaban en la zona norte de Rosario, (Sparta, Sol de Cuyo, La Cerámica, Los Curros, Parque Casas y el Churrasco).
“Mucha gente iba a esos torneos para verlo jugar a Palma. Uno tenía que ser muy buen jugador, la patada más chica te la pegaban hasta la pera”, contó. Además se fueron de vacaciones con sus familias a Mar de Plata.
“Lo conozco a Omar desde hace mucho tiempo, él jugaba en un equipo que se llamaba Estrella Roja y nos enfrentábamos en esos torneos de barrio. Una final disputada en la cancha de Sparta no se terminó por incidentes. Ahí comenzó una relación muy buena con el Negro”, sostuvo Zamora.
Omar Palma fue el primero en recibir a Julio Zamora en la entidad millonaria
Con el tiempo, ambos jugadores continuaron sus carreras deportivas en River. “El primero que me recibió fue Omar, con los brazos abiertos y me brindó todo. Esa amistad después se trasladó a lo familiar, nos fuimos de vacaciones juntos a Mar de Plata. Y con el tiempo los viajes de Buenos Aires a Rosario lo hacíamos juntos. Fue una etapa de mi vida que jamás me voy a olvidar. Con el Negro pasé uno de los mejores momentos como jugador y será eterna nuestra relación”, aseguró.
En los recuerdos futbolísticos, Zamora se refirió al plantel que compartieron en la entidad millonaria.“Con Omar jugamos en uno de los mejores planteles de River, dirigidos por un gran técnico como César Luis Menotti. Ese plantel tenía a jugadores de la talla de Abel Balbo, Daniel Passarella, Gabriel Batistuta, Fabián Basualdo, entre otros. En mis primeros días también pudimos entrenar con José Luis Chilavert, quien estuvo 20 días en el club y después fue vendido a España. Ahí hicimos una relación excelente con Omar. El Negro me brindó todo. Teníamos códigos, jamás se hablaba de Central y Newell’s”, cerró Zamora sobre su gran amigo.