“El problema central de la Argentina hoy es la escasez de dólares. Estamos en niveles de reservas netas negativas y el gobierno no logra encontrar solución”, señaló el economista Agustín D’Atellis, ex director del Banco Central de la República Argentina y hoy director de la consultora EcoPol Analytica, al analizar el ritmo de la economía nacional.
- ¿Cómo ves la marcha de la llamada fase 2 del programa económico del ministro Caputo?
- Con mucha preocupación porque no está yendo por el por el camino correcto. Se dio en llamar la fase 2 a un conjunto de medidas de corto plazo que intentan es contener una situación de crisis, sin apuntar a solucionar el problema de fondo. Incluso, en muchos casos, agravando los problemas. La principal medida fue el traspaso de la deuda los pasivos remunerados del Banco Central a deuda del Tesoro, de una manera irresponsable. Primero, porque aumenta muy fuerte el endeudamiento del Tesoro y concentra muchos vencimientos de intereses en el corto plazo, y segundo porque le incorpora un factor de riesgo adicional al sistema financiero. Todos los depósitos que están en los bancos en la Argentina ahora tienen del otro lado títulos emitidos por el Tesoro nacional. En caso de que el Tesoro no pueda atender esos compromisos, al no estar más ya el Banco Central como emisor de última instancia, van a estar en riesgo los depósitos. Se incorporó un factor de riesgo adicional que hasta ahora no existía. Para aventarlo, se necesita superávit fiscal, y cuando uno mira el resultado que vino mostrando el gobierno en estos últimos meses se da cuenta que no es sostenible a lo largo del tiempo. Primero, primero porque todas las políticas que se llevan adelante, están haciendo caer la actividad económica, a la que están atados gran parte de los impuestos que recauda el Estado. Esto empuja a la necesidad de recortar muy fuerte el gasto. Ese ajuste se concentró hasta ahora s en la licuación de los haberes jubilatorios, en el cese de la obra pública y de las transferencias a las provincias. Y no hay más margen para que sigan sufriendo los haberes jubilatorio ni para que se siga congelando la obra pública porque va a empezar con la colapsar el sistema. Lo mismo con las provincias que muchas de ellas, que van a terminar emitiendo cuasimonedas.
- ¿Y la intervención en el mercado paralelo de cambios?
- Otra medida que agrava el problema de fondo es la utilización de dólares que ingresen por exportaciones para vender en el mercado de contado con liquidación, en busca contener la brecha cambiaria. Eso le mete un factor de apreciación al tipo de cambio, y frena la liquidación de divisas porque el exportador lo que está buscando que le suban el dólar porque dice que el tipo de cambio está atrasado, lo cual es cierto por la dinámica inflacionaria de los últimos meses. El problema central de la Argentina hoy es la escasez de dólares. Estamos en niveles de reservas netas negativas y el gobierno no logra encontrar solución. Ahora pareciera que toda la apuesta está en el blanqueo para los próximos meses . Pero soy bastante escéptico respecto de que vaya a tener un éxito muy grande en términos de ingreso de divisas.
- ¿Por qué sos pesimista con el blanqueo?
- Primero porque Argentina tiene experiencias de blanqueos en los que, incluso después se cambiaron reglas de juego, lo que genera mucha desconfianza. Y después porque, a cómo se planteó inicialmente el blanqueo, después hubo muchos cambios que tienen que ver lógicamente con respetar las recomendaciones del Gafi. Esa idea que tenía el gobierno de que todo fuera tan laxo y libre ue pudiera blanquear cualquiera sin mayor explicación, se diluye en el medio de las negociaciones con estos organismos de los cuales Argentina tiene que respetar. Lo cierto es que pierde atractivo y no creo que vaya a ingresar un número a ese blanqueo del volumen que necesita Argentina para cambiar si situación.
- ¿Y qué necesita para cambiar la situación?
- Hoy el campo tiene acopiado más o menos u$s 13.000 millones de la cosecha de este año, que no liquidó porque interpreta que el tipo de cambio está trazado. Habría que hacer es algún reacomodamiento para que eso ingrese. El tema es sentarse y ordenar las cosas en vez de seguir usando el tipo de cambio como ancla inflacionaria para seguir mostrando ese dato de desaceleración y gestando una bomba que en algún momento va a explotar.
- ¿Y por qué no lo hace?
- El gobierno entiende que el sostén social de su política económica está basado pura y exclusivamente en la desaceleración inflacionaria. Ahora, si la brecha cambiaria empieza a aumentar producto de todas estas tensiones financieras que estamos marcando, ese indicador mensual va a volver a mostrar registros otra vez más altos. Eso le preocupa mucho y entonces juegan con la expectativa. Largan la idea de que si gana Trump en Estados Unidos el Fondo Monetario le prestará plata a la Argentina, ahora apuestan al blanqueo, y en el medio van metiendo políticas de corto plazo como la intervención para contener la brecha, el Repo que están haciendo con el oro.
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- ¿Ves que la desaceleración inflacionaria es consistente?
- Tenés varias cuestiones, como la administración del aumento de tarifas y la contención de la brecha cambiaria de esta forma artificial. Si el gobierno avanza con la reducción del impuesto País sobre las importaciones, tendría un impacto hacia abajo sobre los precios porque bajaría el tipo de cambio al cual acceden los importadores. Pero también podría haber un aumento adicional de la demanda de dólares por importaciones, generando un aumento de presión sobre la brecha cambiaria, que al final del camino puede tener traslado precio. Es un desafío cuidar el frente financiero sin que todo esto siga tensando la brecha cambiaria porque ahí sí empezás a tener un traslado a precios. Todo el cuadro financiero tal como está planteado tiene muchas tensiones latentes que hoy hacen que esté en esta tensa calma, pero que en las próximas semanas, por ejemplo en caso de no darse esta visión optimista que algunos tienen sobre el blanqueo, podrían hacerse más concretas y entonces ahí sí podriamos volvamos a tener registros de inflación otra vez un poco más altos.