Unos doscientos jóvenes que participaron de los once talleres de capacitación en oficios del Movimiento Solidario Rosario (MSR) recibirán este miércoles sus diplomas de graduación. La cartulina certificará que asistieron a las clases de costura, barbería, peluquería o fotografía, pero también son un escalón más para proyectar un mejor futuro. La mayoría de los pibes que participaron de los cursos asisten a los comedores comunitarios donde la ONG entrega alimentos y, el año próximo, ya tienen planes para formar dos cooperativas de trabajo _una textil y una gastronómica_ con el objetivo de mejorar los ingresos de sus hogares.
Por eso, el acto de este miércoles no será un partido del Mundial. Pero promete emoción. Será "un festejo, después de tanto esfuerzo y perseverancia", dice la invitación que se distribuyó desde el MSR, una de las instituciones que tuvo a su cargo la ejecución del Programa Santa Fe Más en la ciudad.
La iniciativa del gobierno provincial apunta a la restitución de derechos a jóvenes en situación de vulnerabilidad social, acompañándolos con capacitación para la inserción en el mundo del trabajo. El programa está destinado a jóvenes de entre 16 y 30 años que estén fuera del mercado laboral o hayan abandonado la escuela.
Durante gran parte de este año, unos 200 jóvenes, tanto varones como mujeres, pasaron por la sede de la organización de Pasco al 100. Y se reunieron con sus capacitadores en costura, barbería, limpieza y sanitización, peluquería, fotografía, auxiliar de cocina, carpintería, herrería, manicuría y maquillaje, panificación y pastelería.
La mayoría llegaron a los talleres desde alguno de los comedores comunitarios a los cuales asiste el MSR.
Son 25 instituciones que atienden la demanda alimentaria que se genera en los barrios de la ciudad, "con quienes vinculamos los programas de capacitación además de programas alimentarios", explica Richard Camarasa, coordinador de la organización que nació en 2008, con el objetivo de asistir a las personas que están en situación de calle.
"Cuando hacemos las entregas alimentarias avisamos a todas las instituciones que están los cursos y los chicos se anotan. Después vienen al movimiento, les generamos una beca a través de la provincia para que puedan pagarse el colectivo y la idea es incentivarlos para que sigan, para que vengan", cuenta Camarasa.
Para el referente del MSR, esta posibilidad de desarrollar capacitación en oficios representa un cambio sustancial en su forma de trabajo.
"Nosotros estábamos acostumbrados a entregar comida en gente en situación de calle, capacitar jóvenes con profesores que entienden en la materia es un gusto enorme", dice.
Con más proyectos
Los cursos de capacitación se desarrollan durante ocho meses a lo largo de los cuales los asistentes reciben becas para cubrir los costos de estudio. Al finalizar la capacitación, obtienen los "títulos oficiales" que quienes cursaron los talleres del MSR recibirán en el acto de mañana.
Terminado el curso, el programa apunta a la posibilidad de retomar la escuela, insertarse en el mercado de trabajo o generar ingresos mediante un emprendimiento cooperativo.
Desde MSR se generaron vínculos con el sector privado para que sus graduados puedan trabajar en empresas. Ya son de la partida, entre otras, MEI, una firma de confección de indumentaria para mujer, la cadena de peluquerías para niños Pelokitos, la metalúrgica IMA, empresas de limpieza de consorcios y algunos locales gastronómicos que necesitan empleados como ayudantes de cocina, mozos o cajeros.
En forma paralela avanzan en la etapa final de la creación de dos cooperativas _una gastronómica y otra textil_ con la idea de lanzar sus propios emprendimientos productivos. "Esperemos q se pueda dar para comienzos del año próximo, el objetivo es acompañar el proceso de aprendizaje de los jóvenes, contenerlos y que se pueda generar trabajo además de la vinculación con los privados que por suerte está funcionando", cuenta Camarasa.
Los chicos no se toman vacaciones.