Macri y Vidal debieron interrumpir un acto en el conurbano por una protesta gremial

El presidente Mauricio Macri y la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, tuvieron ayer una accidentada visita a la localidad bonaerense de Morón, ya que por una protesta de empleados judiciales debieron interrumpir un acto.

El intendente Ramiro Tagliaferro, ex marido de Vidal, también participaba de la presentación de obras en la esquina de San Martín y Ortiz de Rosas de la localidad del oeste bonaerense, cuando sorpresivamente trabajadores judiciales empezaron a agitar banderas y a gritar contra los funcionarios.

La intervención de los empleados obligó a interrumpir el acto y aceleró la despedida del jefe del Estado, antes de sacarse una foto con Vidal, Tagliaferro y un grupo de trabajadores encargados de las obras que se están llevando adelante para evitar inundaciones en la cuenca Boquerón.

A pesar de la acelerada despedida, Macri, en un breve discurso, aseguró que el gobierno demostrará que "las obras se pueden hacer". También dijo que la obra, una vez finalizada, "beneficiará a más de 25 mil vecinos de Morón".

"Esperamos en 30 días conectar la primera etapa y un par de meses después terminar la obra y que todos los vecinos de Morón vuelvan a creer. Vamos a demostrar que las obras se pueden hacer, porque esa es la mejor manera de que los vecinos vuelvan a creer", sostuvo Macri.

Tras la retirada de los funcionarios, la secretaria general de la departamental Morón de la Asociación Judicial Bonaerense (AJB), María Inés Giménez, aclaró el objetivo de la protesta y el motivo del paro judicial.

"A los trabajadores nos ofrecieron 27,3 por ciento en tres cuotas, mientras que a los jueces, que ganan más de 50 mil pesos, les ofrecieron 28,5, por eso seguimos el paro. Este gobierno le está dando un mensaje claro a la sociedad: le da aumento a los que más tienen y a los que menos tenemos nos cagan de hambre", remarcó la dirigente.