Mientras se espera que la Conmebol anuncie su decisión sobre la protesta presentada por Gremio, y se terminan de definir las fechas de ambos partidos, el presidente Mauricio Macri le agregó este viernes un condimento adicional a la final superclásica de la Copa Libertadores entre River y Boca: confirmó que los partidos se jugarán con presencia de hinchas visitantes.
"Acordándome de esa semifinal con River que ganamos (en 2004) y se escuchaba el silencio... Eso no es el fútbol. Hay que gritar el gol. Esta final, que nunca se va a volver a repetir, es una oportunidad histórica que tenemos que inmortalizar con un espectáculo completo, y eso incluye a la hinchada visitante. Por eso tenemos todos que comprometernos. Es una final histórica. Es único, maravilloso, irrepetible. Tenemos que demostrar que estamos cambiando y así como lo vemos en otros países del mundo tenemos que poder organizar esta final con público visitante también. Que esta final tenga todos los condimentos", afirmó Macri en Radio La Red.
"Va a ser con público visitante. Ya hablé con el jefe de Gobierno, esto es un hecho excepcional y acordamos que sí va a ir el público visitante", agregó.
En este sentido, el presidente aclaró que la decisión fue tomada por el gobierno nacional y que no hubo una comunicación previa con los dirigentes de River y Boca para conocer su preferencia.
"Lo que vamos a vivir los argentinos en unas semanas es una final histórica. También una oportunidad de demostrar madurez y que estamos cambiando, que se puede jugar en paz. Le pedí a la Ministra de Seguridad que trabaje con la Ciudad para que el público visitante pueda ir", había escrito el Presidente en Twitter a primera hora del viernes.
El pedido de Macri a Bullrich encontraba resistencias y parecía no llegar a buen puerto ya que media hora después de conocido el tuit del Presidente, el ministro de Seguridad de la Ciudad, Martín Ocampo, habló con A24 y advirtió que no estaban pensando en la chance de jugar con las dos hinchadas.
"El deseo de todos es que en algún momento se pueda jugar al fútbol con locales y visitantes, y en eso estamos trabajando todo el tiempo, pero por ahora no es factible". Y explicó que "todavía hay muchas cosas asociadas al fútbol que todavía no han cambiado lo suficiente".
"Estamos al tanto y trabajando en el tema, pero todavía no nos bajaron la información total. Cuando la tengamos, la vamos a difundir", le dijeron a Clarín fuentes del Ministerio de Seguridad.
Este jueves la Conmebol informó que las finales de la Libertadores 2018 se disputarán los sábados 10 y 24 de noviembre a las 16. Sin embargo, sólo mencionó al estadio de Boca, ya que aún queda pendiente la resolución de la queja que presentó Gremio.
Macri ya había hablado de la final este jueves, durante una conferencia de prensa brindada en la localidad cordobesa de Río Cuarto, donde afirmó que la definición será "una final histórica, que tal vez nunca más se repita". Y sostuvo que, "además de ser maravilloso desde el punto de vista deportivo, es una gigantesca oportunidad para todos los argentinos de demostrar este nivel de madurez que demostramos en los Juegos Olímpicos de la Juventud, donde todo salió perfecto".
"Más allá de la pasión, y yo soy el primero, no deja de ser un deporte. Y es una gran posibilidad que podamos transcurrirlo, con todas las cargas y la pica que existe, pero dejándolo en ese plano, en lo deportivo, en absoluta armonía y paz. Y ahí es importante lo que hagan todos los protagonistas, todos sintiendo que es una fiesta. Esto que vamos a vivir es una fiesta del deporte y del fútbol", subrayó.
Respecto del encuentro, Macri dijo que "lamentablemente, uno va a ganar y otro va a perder. Y para el que pierda, claramente va a ser durísimo porque estamos final no sé si alguna vez se va a repetir". De todas formas, insistió con que hay que "disfrutarla con respeto, armonía y paz".