El consejo directivo de la Confederación General del Trabajo (CGT) deliberó este jueves en la sede de la central obrera para analizar los pasos a seguir en medio de su tensa relación con el gobierno de Javier Milei. En ese marco, se resolvió no ir a la primera reunión del diálogo social convocada para la semana próxima por la Nación y volver a las calles con los reclamos, pero sin cortar del todo el diálogo con la Casa Rosada.
El encuentro de todos dirigentes de los gremios que integran la conducción cegetista se produjo luego de los cambios en materia laboral que introdujo uno de los apartados de la ley Bases y en paralelo a las diferencias internas entre los sectores dialoguistas y opositores sobre cómo pararse frente a la gestión libertaria.
Tras un extenso debate en la histórica sede porteña de calle Azopardo, la CGT decidió que se convocará a un plenario federal de secretarios regionales y generales de todo el país, como ocurrió a comienzos del gobierno de Milei. Por entonces, la movida puso a la central obrera y las dos CTA en un modo activo en las calles.
Durante el cónclave hubo mucha catarsis de los dirigentes gremiales por los efectos del ajuste de Milei y la recesión en las distintas actividades, a la par de una intensa discusión sobre los próximos pasos.
Ahora, los caciques cegetistas buscarán retomar la protesta en la calle, que algunos gremios mantuvieron por su propia cuenta. Y la propuesta que se puso en discusión, con el aval de varios dirigentes, es la de marchar el 7 de agosto junto a los movimientos sociales, en el marco de la conmemoración del Día de San Cayetano, el patrono del Pan y el Trabajo.
Pero antes la CGT no asistirá a la primera reunión del diálogo social convocada para la semana próxima por el secretario de Trabajo nacional, Julio Cordero, a la que concurrirán los empresarios del Grupo de los Seis.
Por lo pronto, la central obrera declinará su participación como tal en el encuentro hasta no tener respuesta a la extensa lista de demandas que presentó en su reciente paso por esa dependencia.
Incumplimiento
Tras el cónclave, el cotitular de la CGT Héctor Daer (Sanidad) advirtió que “el gobierno no dio una respuesta positiva a dos temas fundamentales”: el reclamo por la suba del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias y el pedido de que el Ejecutivo retire la apelación ante la Corte Suprema de Justicia contra la suspensión del capítulo laboral del DNU 70.
Ambas demandas fueron planteadas la semana pasada por la central obrera frente a Cordero, quien se había comprometido a dar una respuesta al respecto.
A su turno, José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) se quejó: “Los políticos nos abandonaron y los gobernadores defendieron intereses sectoriales”.
Daer, en tanto, sostuvo durante la reunión que “no está en juego la unidad” de la CGT y el camionero Pablo Moyano, uno de los más duros del arco sindical, apoyó “todo lo que hizo hasta ahora” la conducción de la central obrera, más allá de la toma de distancia expresada en su momento.
En la previa al cónclave, Moyano había afirmado que, frente al modelo económico de Milei, “el único camino que queda es la confrontación”.
“Hay que seguir estando en la calle defendiendo lo que se logró y lo que el gobierno nos quiere quitar a través de la ley Bases, la reforma laboral y el Pacto de Mayo”, sentenció.