Una familia de Villa Gobernador Gálvez denunció que pasó por momentos de mucha angustia y tensión cuando un grupo de policías irrumpió en forma violenta en su casa en un allanamiento judicial que al final resultó equivocado. El procedimiento se realizó el miércoles a la mañana temprano, pero trascendió hoy cuando Walter, que tiene esposa y cuatro hijos, decidió salir a contar públicamente lo ocurrido para luego buscar asesoramiento legal y plantear un reclamo ante la justicia penal por el atropello que sufrieron.
En declaraciones al programa "El primero de la mañana", de LT8, Walter brindó precisiones sobre lo ocurrido en su casa: “Eran las 7 de la mañana, estábamos por levantarnos para ir a trabajar y escuchamos un ruido, un estruendo, contra la puerta. Un grupo de policías entró violentamente a la casa con las luces apagadas y apuntándonos con armas de fuego. Dos entraron en mi pieza y dos más fueron a la habitación de la nena y otros más al dormitorio de los chicos”, recordó Walter.
Según su versión de los hechos, a los integrantes de la familia los obligaron a tirarse en el piso, pero el momento más tenso se dio en el dormitorio de los chicos. “Como escucharon los golpes, los chicos pensaron que eran ladrones. Entonces se escondieron en el ropero, y los policías los sacaron de ahí adentro, apuntándoles con las armas a la cabeza. Todos terminamos tirados en el piso y esposados”, dijo.
Tras el primer impacto que causó la irrupción de la policía, Walter contó que le leyeron la orden de allanamiento. “Buscaban a un joven por amenazas y extorsiones. Me dijeron que esa persona tenía domicilio fijado en mi casa. Pero hace 15 años que vivo acá. No tengo nada que ver. La casa era de mis abuelod que vivían ahí desde1980. Al fallecer, mis tíos me la vendieron y yo estoy acá desde el 2008. Todo eso se lo expliqué al oficial que estaba a cargo del allanamiento, pero se nota que no hicieron tareas de inteligencia ni se preocuparon por observar los movimientos de la casa”.
“En la orden figuraba mi domicilio y la descripción coincidía, pero no tenemos nada que ver. Mi mujer tuvo un pico de 19 de presión. La llevé a la farmacia para que le tomen la presión y de allí nos mandaron al hospital (Gamen) y allí le dijeron que estaba al borde un ACV. Gracias a dios está mejor, pero se tiene que controlar toda la semana”, subrayó.
Walter contó que los policías rompieron la puerta de su casa a mazazos, haciendo volar la cerradura y dieron vuelta toda la vivienda, buscando armas, que obviamente no había. “Voy a buscar asesoramiento para hacer un reclamo en la Justicia. Anoche no pudimos dormir. Fue una pesadilla, y quería que se hiciera público porque me han dicho que es algo habitual que se equivoquen”, agregó.