"Lo que más nos duele es que los datos que sirvieron para que robaran nuestra mutual salieron de gente que se movió entre nosotros, que nos vio trabajar y se percató de cada uno de los movimientos que hacíamos". Así habló Gustavo Botto, presidente de la Asociación Mutual de Educación Nacional (Amen), quien indignado pero sereno relató cómo durante la madrugada de ayer una gavilla de maleantes ingresó a la entidad por un patio trasero, desactivó la alarma y tras violentar con una amoladora dos cajas fuertes se llevaron alrededor de 200 mil pesos.
Si bien es prematuro aventurar que se trata de una misma gavilla, el robo a la mutual de Corrientes al 300 es el tercero con el mismo patrón delictivo que se produjo en el centro rosarino. El 20 de abril fue un bazar y regalería de San Luis al 1800 de donde los ladrones se llevaron unos 80 mil pesos. Cuatro días más tarde, el 24 del mes pasado, fue en la casa central de la agencia de loterías Los Dos Chinos, en San Martín al 900, de donde robaron 90 mil pesos.
En esos atracos los ladrones trabajaron con una amoladora con la que realizaron un corte en triángulo sobre la cerradura de las cajas fuerte. "Es la manera más simple y rápida que tienen para abrir la caja. En este caso utilizaron un sólo disco de corte. Hubo otros casos en los que dejan los restos de los discos que van quemando", explicó un perito que trabajó en las escenas recientes.
Información precisa. El éxito en los escruches, el robo de un lugar cuando sus ocupantes están ausentes, se da en la destreza del ladrón pero también en la precisión de la información con la que cuenta. Como en el golpe a la agencia Los Dos Chinos, cuando los delincuentes contaban con datos certeros y se movieron como en el living de su casa. No sólo sabían dónde estaba cada cosa sino que conocían en que lugar estaba el efectivo.
La Asociación Mutual de Educación Nacional (Amen) tiene 22 años de trayectoria. Está ubicada en Corrientes al 300 y allí funcionan oficinas administrativas, una óptica, una farmacia y una boca de expendio del Iapos (Instituto Autárquico Provincial de Obras Sociales). Tiene alrededor de 7.500 socios activos, lo que le da un movimiento que ronda los 20 mil usuarios, y en la sede trabajan 25 empleados, sin contar el servicio de limpieza y el de mantenimiento. Amen está asentada en un añoso edificio compuesto por un salón de unos 40 metros de largo y una planta alta con una decena de oficinas. También tiene un depósito de la farmacia y dos patios internos, uno de ellos cubierto por un enrejado. Además cuenta con un sistema de alarma con sensor de movimientos y no posee cámaras de videovigilancia.
El jueves a las 19.20 el último empleado de Amen dejó la mutual. Cerró, colocó la clave de la alarma y se marchó. Todo era normal. En las dos cajas fuertes quedaron alrededor de 200 mil pesos en efectivo de la venta de medicamentos y de la boca de Iapos. Es imposible conocer a qué hora comenzaron a trabajar los delincuentes ya que no hay cámaras y la alarma nunca sonó. "Los de la alarma se enteraron porque se los llamó a las 7 de la mañana, cuando el personal de limpieza encontró todo revuelto al ingresar a la mutual", indicó un allegado a AMEN.
Paso a paso. El golpe a la entidad tuvo elementos comunes al robo en Los Dos Chinos: los ladrones llegaron trepándose por los techos, presuntamente escalando el muro de un estacionamiento de vehículos lindero devenido en lavadero. Tras ello bajaron al patio interno de la mutual, despejaron los materiales que obstaculizaban una ventana que da a la farmacia y con un elemento de corte violentaron dos rejas generando un hueco de 40 por 40 centímetros. Una vez en el interior del salón se desplazaron cerca de 20 metros en los que había dos sensores de movimientos que no los registraron y así llegaron al panel de control de la alarma que desactivaron. Es decir que, hasta ese momento y en teoría, la alarma estaba activa.
Ya sin esa presión fueron directamente hacia una de las cajas fuerte, camuflada detrás de un banner de la mutual y algunas plantas, debajo de una escalera que lleva a la planta alta. Entre no menos de tres hombres arrastraron la caja alrededor de 5 metros hasta una oficina en donde estaba el otro cofre. Cerraron la puerta y con una amoladora y mucho tiempo realizaron el típico corte en triángulo sobre la cerradura. A la otra caja la abrieron con una barreta. Mientras unos trabajaban con la amoladora, otros peinaron las oficinas buscando efectivo. Así se hicieron con un extra de alrededor de 12 mil pesos más. El total del botín en efectivo osciló los 200 mil pesos.
Un dato que llamó la atención fue que los ladrones se desplazaron por el depósito de medicamentos de la farmacia de la mutual y no tocaron una sola aspirina, mucho menos psicotrópicos. Tampoco se dejaron tentar por los elementos de electrónica. Intentaron abrir la puerta que desde ese depósito da al patio pero no pudieron. Tampoco se percataron de que la llave estaba delante de sus narices, en un clavito frente a la puerta. Y salieron por donde ingresaron. En su huida se valieron de una escalera para trepar a los techos y desaparecer. El robo fue denunciado en la seccional 3ª y quedó en manos del fiscal de Flagrancia Alvaro Campos, quien comenzó a trabajar con personal de la Policía de Investigaciones (PDI) .
Preventiva por balacera previa a un crimen
Un hombre de 25 años detenido el jueves por el crimen de Ana Laura Pioli, ocurrido hace ocho meses en barrio Las Flores, fue imputado ayer de participar minutos antes del homicidio de un ataque a tiros a un pariente de la víctima, en el marco de un violento un conflicto entre familias. Por eso fue acusado de abuso de armas y tentativa de homicidio, ya que los testigos no lo señalan como autor del asesinato, lo que si ocurrió con uno de sus hermanos, detenido la semana pasada y apuntado en una rueda de reconocimiento.
José Manuel G. fue apresado por la Policía de Investigaciones en su casa de Belén al 2000, a metros de España al 7000, donde el 3 de septiembre pasado fue asesinada Ana Laura Pioli, de 25 años y madre de dos pequeños hijos. Alrededor de las 18.20 de ese día estalló la disputa vecinal entre dos familias que aún parece no terminar. Según una fuente de la pesquisa la semana pasada fue baleado el padre de la joven fallecida.
El problema se remonta a días antes del crimen, cuando las mujeres de los Pioli se trenzaron con una familia conocida como "Los Píos" G., afincados en un terraplén con la intención de "hacerse los dueños del barrio para vender droga en un búnker de España al fondo".
Tiroteo. Según planteó ayer la fiscal de Homicidios Marisol Fabbro en la audiencia imputativa, esa tarde José Manuel G. en compañía de Ezequiel "Trochola" G., Alejandro M., Jorge "Rati" G. y Ramón G. dispararon desde España y Belén con intención de matar a uno de los Pioli tras una discusión. No lo lograron porque en ese momento llegó la policía y el grupo se dispersó, pero en el lugar quedó Jorge G., quien siguió disparando y mató a Ana Laura e hirió a su madre, Sara Cardozo.
"Yo no estaba. En ese momento estaba en la casa de mi novia, escuché los disparos y vine para mi casa. Estaba la policía. Se habían enfrentado entre ellos", dijo ayer José Manuel G. acompañado por el defensor público Mariano Buffarini, cuando aceptó declarar ante el juez Héctor Núñez Cartelle. La fiscal le imputó los delitos de tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y abuso de armas. La fiscalía, tras un acuerdo previo con la defensa, solicitó que le impongan 45 días de prisión preventiva, a lo que el magistrado hizo lugar.
En tanto, Ezequiel G. y Alejandro M. fueron detenidos apenas ocurrido el hecho y también fueron acusados por la balacera previa, por lo que recuperaron la libertad. Y por la autoría del crimen fue detenido e imputado la semana pasada Jorge "Rati" G., de 28 años, a quien el juez Hernán Postma le dictó la prisión preventiva tras ser señalado en una rueda de reconocimiento.
El hecho marcó el debut de la Policía Comunitaria en la zona sur y también su primera víctima, ya que la pareja de Pioli, Matías Caballero, recibió un balazo en la nuca cuando los uniformados quisieron intervenir en el conflicto.