"No lo conozco, pero sé que andaba con la droga y con la policía", dijo Marcelo Daniel "Chuky" A. sobre Juan Ignacio Rivero, el joven muerto a balazos la noche de Navidad en una esquina de Granadero Baigorria. Dos testigos de identidad reservada lo acusaron de cometer ese crimen, del que él se declaró inocente ayer en una audiencia imputativa. El detenido aseguró que lo involucran porque hace cuatro meses compró una casa donde había funcionado un búnker de drogas y desde entonces sufre presiones para desalojarla, como un allanamiento policial denunciado por ilegal ante la Fiscalía de Violencia Institucional. Pero en base a las evidencias aportadas por la Fiscalía, el juez Juan Carlos Vienna lo dejó en prisión preventiva como supuesto autor de los disparos mortales.
Chuky A., de 26 años, fue sometido a una audiencia imputativa a las 8.30 de ayer en Tribunales, donde se presentó como un albañil y electricista sin instrucción pero que sabe leer y escribir. Luego escuchó de qué lo acusan. La fiscal Marisol Fabbro, en reemplazo de su par Georgina Pairola, lo imputó como autor de un homicidio agravado por el uso de arma de fuego en concurso con la portación de un arma de fuego de uso civil. Le asignó haber sido quien disparó al menos dos balazos contra Rivero la madrugada de Navidad, a las 3.30, en Orsetti al 1200 de Granadero Baigorria.
Según la pesquisa, en ese camino semirrural del barrio Nuestra Señora de La Paz, que conduce al cementerio de Baigorria, Rivero iba en una bicicleta rodado 26 cuando fue atacado a tiros desde una moto. Quedó tendido en la esquina, en el cruce con Callao, con la bici al lado y tres perforaciones de bala en el cuerpo: en la cabeza, en la región costal y una herida con ahumamiento en el tórax. Es la marca que deja una bala disparada con el arma pegada al cuerpo. Junto al muchacho se encontró una vaina calibre 22 o similar.
El joven de 26 años era entrerriano y se había instalado hace unos años con su familia en Granadero Baigorria. Realizaba tareas de jardinería en casas del barrio y esperaba un hijo. Además, tenía una casa en la villa conocida como Camino Muerto.
La fiscal Fabbro señaló que los primeros comentarios del barrio le adjudicaron el ataque a Chuky y por eso se instaló una vigilancia policial en la puerta de su casa de Orsetti al 700, "a simple vista una casa de familia", según el parte. La acusación se basa en el aporte de dos personas que no quisieron dar sus nombres y declararon como testigos de identidad reservada. Uno dijo que al momento del crimen por la cuadra pasaron dos motos, en una iba A. y en otra dos hijos de su esposa. Señaló que la pareja se dedica al comercio de drogas y que tras el ataque estuvieron por el barrio amenazando a los vecinos.
El otro testigo dijo que presenció el homicidio sin que se percataran de su presencia. Relató que Rivero pasó en bicicleta con una botella de vidrio en la mano cuando se oyó una detonación. Contó que le tiraron a escasa distancia desde una moto y entonces Rivero arrojó la botella. Después recibió otro disparo desde atrás y desde una distancia más cercana. Luego, A. y su pareja "continuaron vendiendo droga y amenazando". A ésto, la fiscal sumó datos de un perfil de Facebook atribuido al detenido en el que aparece posando con armas de fuego.
"El 24 a la noche estuve en la casa de mi padre en Nuevo Alberdi. Pasé las fiestas ahí con mi familia", dijo el acusado al momento de declarar y adelantó que ofrecerá testigos. Ante las preguntas de la fiscal y su defensora, Marta Macat, relató que reside desde hace cuatro meses en la casa de calle Orsetti. "La compramos bien, de buena fe, y después nos dijeron que nos teníamos que ir porque en esa casa vendían droga".
Mencionó que realizó una denuncia en la comisaría 24ª por haber sufrido disparos en el frente de la vivienda pero "no hicieron nada", y "al mes apareció la supuesta hija del dueño diciendo que la casa era de ella. Entró con la policía, hicieron un allanamiento ilegal, buscaban el papel de a compraventa y no lo encontraron porque lo tenía en la casa de mi mamá".
Preso y extorsionado
A. dijo que entonces se lo llevaron preso por el supuesto secuestro de una escopeta tumbera pero no lo ficharon. Lo tuvieron toda la noche detenido y al día siguiente lo dejaron salir, incidente que denunció ante la fiscal de Violencia Institucional Karina Bartocci. "Me pidieron 5 mil pesos, además de los 10 mil que le sacaron a mi señora", agregó.
El acusado también habló sobre la víctima: "No lo conozco pero sé que andaba con la droga y con la policía". "¿Tiene usted alguna evidencia de que andaba en el tema de la droga?", le preguntó su abogada. "Sí. Un video. Y lo puedo aportar", dijo el detenido. Macat luego explicó que en esas imágenes puede apreciarse que Rivero "no se dedicaba a plantar verdura sino que cosechaba marihuana".
En ese marco, la fiscal pidió la prisión preventiva sin plazo para Chuky teniendo en cuenta que un testigo lo menciona por su nombre y apodo y el otro por su nombre y apellido. En cambio Macat cuestionó que se base la acusación en testigos anónimos porque podría tratarse de personas con alguna animosidad hacia su cliente. "Voy a juntar todos los medios de prueba para lograr que no esté presa una persona inocente", enfatizó antes de pedir que el encierro preventivo se reduzca a no más de dos meses.
Tras escuchar a las partes el juez Vienna concluyó que "las evidencias son suficientes" y la expectativa de pena "lleva a presumir un peligro de fuga", por lo que dictó la prisión preventiva sin plazo de A. "Si trae un elemento desincriminante estaremos acá para darle la libertad y si no estaremos preparando el juicio en 2018", cerró el magistrado.
"Me pidieron 5 mil pesos además de los 10 mil que le sacaron a mi esposa", denunció "Chuky" sobre
el allanamiento policial