Un quinto acusado de integrar la banda de Los Tucumanos, dedicada a salideras bancarias en el microcentro rosarino, aceptó una condena a 3 años de prisión condicional como miembro de una asociación ilícita. La organización quedó al descubierto ante la reiteración de asaltos violentos a automovilistas que salían del centro de hacer gestiones financieras y les rompían un vidrio con un punzón para sustraerles algún bolso o maletín con altas sumas de dinero. Una mecánica idéntica a la que causó la muerte de un asaltante tucumano hace tres semanas.
El mismo día en que una prima de Antonella Rocuzzo era asaltada en Lavalle al 1700, cuando dos asaltantes rompieron el vidrio de un auto para robar dos bolsos con unos 8 millones de pesos del supermercado familiar, Daniel Sebastián Pérez aceptaba condena por integrar una banda especializada en ese tipo de robos. La pena fue resultado de un acuerdo abreviado entre el fiscal de Investigación y Juicio Carlos Covani y el defensor particular de Pérez. La pena fue dictada por el jueza Paula Alvarez en una audiencia en el Centro de Justicia Penal.
Pérez, de 32 años, nacido en Tucumán y con domicilio en la capital de esa provincia, fue condenado como miembro de una asociación ilícita integrada por otras quince personas, y por un incidente de resistencia a la autoridad del 17 de agosto pasado. Ese día, un cadete denunció que le habían robado dos personas en moto en el centro. En España y Córdoba la policía intentó identificar a los dos ocupantes de una Honda Tornado XR que aceleraron hacia el sur.
El conductor aceleró hacia el sur hasta que la moto se perdió de vista en Paraguay y 27 de Febrero. El rodado volvió a ser visto en Ayacucho al 4000, donde los motociclistas cayeron al piso y siguieron el escape a pie una cuadra más hasta Alem. Allí subieron a un Chevrolet blanco que conducía Pérez, detenido desde entonces junto a otras tres personas que ya fueron condenadas en un juicio abreviado.
Los tucumanos Héctor Gonzalo Figueroa, de 31 años; Juan Ezequiel González, de 32 y Zulema Mercedes Soria, de 26, fueron condenados a 3 años de prisión condicional el pasado 6 de noviembre junto al rosarino Pablo Ariel Zapata, de 34. Los condenados oriundos de Tucumán sumaron a la pena la prohibición por el mismo lapso de ingresar a la ciudad de Rosario, salvo el tránsito por autopista o cuando estén autorizados por razones procesales.
Los acusados no contaban con antecedentes de condena a excepción de Pérez, quien había obtenido una probation en octubre de 2022 por el delito de amenazas en un juzgado de San Miguel de Tucumán que ahora fue notificado de esta condena.
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El grupo fue acusado de integrar una asociación ilícita con roles repartidos para asaltar a personas que salían en auto de realizar trámites bancarios o financieros en el centro. Operaba en la zona comprendida por Urquiza, Rioja, Buenos Aires y Paraguay. Un primer eslabón recorría la zona financiera en un monopatín detectando a posibles víctimas y pasaba el dato a dos cómplices en moto.
Estos salían detrás de la víctima y a unas diez a veinte cuadras, en alguna ocasión propicia o delante de un semáforo, destrozaban un vidrio para alzarse con el bolso. Según lo detectado en meses de investigación, se libraban rápidamente del botín. Al monopatín lo cargaban en una camioneta.
En escuchas telefónicas se detectó que los tucumanos del grupo solían alquilar de manera temporaria alguna casa quinta cercana a Rosario que usaban como base durante la estadía. Y que la organización era integrada además por rosarinos cuyos domicilios citaban si eran demorados por la policía.
Una salidera que le achacaron a los ya condenados —el robo de una mochila con una notebook y 20 mil pesos a un gerente bancario— fue el 5 de septiembre de 2022 en el semáforo de Tucumán y Belgrano. La misma esquina donde se produjo la fatal salidera del pasado jueves 2 de noviembre, cuando el asaltante tucumano Sergio Miguel Villarreal, de 25 años, se acercó a la ventanilla del acompañante de un un Renault Oroch, estalló el vidrio con un lápiz para cortar cerámicos e intentó arrebatar un bolso con 8 millones de pesos. En el auto iban dos empleados de la empresa Frider Refrigeraciones, uno de ellos un policía retirado de 58 años que le disparó con una pistola 380 y lo mató.