Los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci siguen acumulando años de condena por delitos que cometieron tras fugarse en 2015 del penal bonaerense donde cumplían prisión perpetua como autores del triple crimen de General Rodríguez. A la pena de siete años que recibieron en octubre pasado por evadirse de la cárcel de General Alvear se sumaron ayer, al término de un juicio oral en los Tribunales Federales de Santa Fe, otras sentencias a diez y ocho años por un incidente en el que se enfrentaron a tiros con gendarmes e hirieron a uno, robaron un utilitario y balearon una camioneta de Gendarmería.
Sin embargo, las condenas recibidas ayer por el trío podrían no ser las últimas que les depare su derrotero por el territorio santafesino durante la huida de casi 15 días que culminó cuando los atraparon en la zona de Cayastá. A partir de hoy los tres serán juzgados por la Justicia provincial por tres ilícitos cometidos entre el 7 y el 11 de enero de 2016 cuando, en los últimos momentos del escape, privaron de la libertad a dos personas y robaron dos vehículos, una serie de ilícitos por los cuales un fiscal santafesino pidió 15 años de prisión para cada uno (ver aparte). Y además les quedará pendiente otro juicio oral por haber baleado a dos policías bonaerenses que intentaron detenerlos en el primer tramo de la fuga.
Martín Lanatta, de 46 años, su hermano Cristian, de 43, y Víctor Schillaci, de 37, fueron condenados a prisión perpetua en 2012 como autores del triple crimen de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, tres empresarios ligados a la industria farmacéutica asesinados en 2008 en una trama presuntamente vinculada a la venta ilegal de efedrina.
El 27 de diciembre de 2015 los tres condenados se fugaron de la cárcel de General Alvear, en la provincia de Buenos Aires, de donde huyeron en un Fiat 128 tomando de rehén a un guardia al que abandonaron tras recorrer unas cuadras. Entonces comenzó una huida por caminos del conurbano bonaerense en la cual el 31 de diciembre de ese año protagonizaron un incidente con unos policías que intentaron detenerlos en inmediaciones de la localidad de Ranchos, a quienes balearon en un hecho por el que también deberán afrontar otro juicio.
Luego de ese tiroteo el trío decidió continuar con la fuga en territorio santafesino, donde protagonizaron una serie de incidente que les valió dos juicios orales distintos: el que terminó ayer, en el ámbito federal, y el que comenzará hoy (ver aparte) en la Justicia provincial.
En el juicio federal que terminó ayer en la ciudad de Santa Fe, el tribunal conformado por los jueces María Ivón Vella, acompañada por los vocales Luciano Lauría y José María Escobar Cello condenó a Martín Lanatta a diez años de prisión por los delitos de "atentado y resistencia a la autoridad, agravado por el uso de armas y lesiones graves agravadas por haber sido causadas para conseguir impunidad y contra un miembro de fuerzas de seguridad", además de robo agravado y daño agravado. En tanto Cristian Lanatta y Schilaci recibieron una pena de ocho años por "atentado y resistencia a la autoridad agravado por el uso de armas, robo y daño doblemente agravado".
Ayer se conoció la parte resolutiva del fallo y los fundamentos se darán a conocer la semana próxima. En ese marco los acusados, que siguieron el debate oral por videoconferencia desde la cárcel de Ezeiza donde se encuentran detenidos, fueron declarados reincidentes. Por su parte el defensor oficial Julio Agnoli había pedido la absolución de los tres por la aplicación del "estado de necesidad exculpante", ya que "o se fugaban o morían en el penal", según argumentó.
Tiroteo y robo
Los hechos por los que fueron condenados ayer ocurrieron el 7 de enero de 2016 en un campo cercano a la ciudad de San Carlos Centro. Hasta allí llegaron el comandante principal de Gendarmería José María Valdez y el suboficial principal Roberto Encina para verificar la presencia de un vehículo sospechoso. Los gendarmes se identificaron al detectar la presencia de tres hombres que resultaron ser los prófugos, quienes respondieron con armas.
Según la acusación, mientras Martín Lanatta le apuntaba a Valdez con un FAL sus cómplices desarmaron a punta de pistola a Encina. Ambos gendarmes fueron despojados de sus armas, chalecos antibalas y radios. Pero además Martín le disparó al comandante y lo hirió en un brazo, por lo cual la pena que recibió fue mayor, si bien el tribunal desestimó la imputación de tentativa de homicidio y lo condenó por lesiones graves agravadas.
Luego del incidente con estos Gendarmes, los prófugos luego se tirotearon con cinco gendarmes que iban en una camioneta Amarok que resultó dañada, lo cual fue incluido entre las imputaciones por las que fueron finalmente condenados.