Por Claudio González
Herido de muerte con tres balazos, Gonzalo Barrionuevo cayó contra un portón blanco de Teniente Agneta al 400 bis.
"Viste mami, yo te dije que había una moto esperándolo en la esquina". Ese presagio que luego sonó como un lamento sobre el hecho ya consumado, fue lanzado a viva voz por un familiar de Gonzalo Barrionuevo, un joven de 20 años asesinado a balazos por sicarios que aprovecharon la oscuridad de la madrugada para acribillarlo con más de 10 disparos cuando salía de la casa de una amiga de su novia, en Teniente Agneta y Bielsa, en el barrio Empalme Graneros. Entre las hipótesis sobre las motivaciones del homicidio, los pesquisas creen que hay cuestiones relacionados a la venta de estupefacientes.
Los vecinos arraigados hace muchos años en Teniente Agneta al 400 bis prefirieron apenas dar referencias de dónde ocurrió el crimen a través de disimuladas señas, pero con total prudencia. El miedo a potenciales represalias por hablar de más en esa zona de Rosario está latente y la gente tiene un miedo paralizante.
Contra un portón
Sin embargo, algunos vecinos más jóvenes consultados por este diario se animaron a aportar algunos detalles para explicar la mecánica del furibundo ataque que sufrió Gonzalo Barrionuevo. "Eran la 1.30 más o menos. Sentimos por los menos diez disparos y cuando salimos vimos que el chico estaba tirado contra el portón de la casa, sobre el 470 bis de Teniente Agneta", describió un testigo de los momentos posteriores al ataque
La víctima había llegado al lugar con su auto particular, un Suzuki color negro. Descendió e ingresó a la casa porque allí lo esperaba su novia, que estaba junto a una amiga. Como ella también estaba en auto, los dos salieron casi a la par para ir cada uno en el suyo. Mientras la joven se subía a su vehículo, Gonzalo estaba por hacer lo mismo en el suyo. Pero en esa milésima de segundo aparecieron los agresores.
"Eran dos encapuchados con armas que le tiraron directamente y sin mediar palabras. Lo acribillaron a balazos. Fueron más de diez tiros. Dos le dieron en la espalda y otros en el abdomen creo. El chico tambaleante intentó volver para entrar a la casa, pero se desplomó contra el portón, tanto que con su peso lo abrió y quedó muerto ahí mismo. La novia estaba blanca, shockeada, inmóvil dentro del auto", agregó la testigo.
Vainas servidas
Los vestigios de la tremenda balacera quedaron evidenciados ayer con la demarcación de la Policía Científica y los peritos balísticos, que hallaron al menos siete vainas servidas calibre 9 milímetros esparcidas en la vereda.
Además, se constataron varios impactos en el auto del joven. Y el portón sobre el cual cayó el muchaccho quedó agujereado por un proyectil que traspasó la chapa y terminó adentro de la vivienda. "De casualidad no hirieron a otras personas", se angustió otro residente de la cuadra.
Tras el alerta de los vecinos, a la 1.40 de ayer llegó al lugar la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) al mando del comisario Diego Sánchez para relevar datos, levantar rastros y convocar a testigos y a los familiares de la víctima. A los pocos minutos se acercaron al lugar la madre y una hermana de Gonzalo.
"Yo te dije"
En ese momento una persona que estaba en el lugar escuchó con claridad que la mujer más joven se lamentaba. "Viste mami, yo te dije que había una moto esperándolo en la esquina de casa". Según esos primeros datos colectados en la escena del crimen, al joven le habían seguido los pasos durante todo el día, hasta que lo sorprendieron vulnerable en plena madrugada.
"Dicen que salía con esa chica hacía como un año. Y que vendía drogas. Pero la verdad que no sabemos mucho. Fue tremendo. Acá no lo conocíamos y tampoco sabemos dónde vivía", agregó una persona cercana a la dueña de la casa frente a la cual ocurrió todo. La intención también era desligar a la amiga de la pareja de Gonzalo de cualquier sospecha o vinculación con el hecho.
Si bien una persona aportó que se trataba de encapuchados en una moto, tampoco se descarta que se movilizaran en un auto. Igualmente los investigadores tendrían apuntados los apodos de los sospechosos del crimen, aunque se mantienen en reserva para confirmarlos y a la espera de medidas ordenadas por el fiscal de la Unidad de Homicidios Miguel Moreno, a cargo de la pesquisa.
el lugar. Gonzalo cayó contra el portón blanco acribillado por las balas.