Eduardo Zalazar, de 34 años, fue condenado en juicio abreviado. Se encargaba de disponer de los vehículos para los ataques y administrar dinero de la pandilla
Eduardo Zalazar, de 34 años, aceptó en un juicio abreviado seis años de cárcel como miembro de la banda encabezada por Francisco “Fran” Riquelme, un grupo al que se le atribuyen varios homicidios y delitos violentos en su enfrentamiento con otra gavilla con la que disputaban la venta de drogas en los barrios Ludueña y Empalme Graneros.
El procedimiento fue presentado por el fiscal Patricio Saldutti, aceptado por la defensa y el imputado, y homologado el viernes pasado por la jueza de primera instancia Verónica Lamas González. Zalazar aceptó su condena como miembro asociación ilícita agravada por la participación de menores de edad.
La banda organizada por los hermanos Francisco y Jonatan Riquelme estuvo en el centro de las noticias policiales entre 2021 y 2023, cuando alcanzó su pico máximo el enfrentamiento con la llamada banda de Mauro Gerez, con la que disputaba el dominio territorial delictivo en una zona del norte rosarino que incluía los barrios Ludueña, Empalme Graneros e Industrial.
Según las investigaciones, la banda de Gerez había sido formada en la cárcel de Piñero por presos entre los que se destacaban Andy Benítez, Julián Aguirre y Matías César, conectados con la conducción de la banda de Los Monos. Por su parte, la banda de Fran Riquelme apareció siempre conectada con Esteban Alvarado.
En ese contexto Zalazar fue imputado en su momento como uno de los más de 20 miembros identificados de la banda que tenía como conductores a los hermanos Riquelme, algunos de cuyos integrantes permanecen prófugos, sin identificar o han sido asesinados en los últimos tiempos. A la pandilla se le atribuyeron diversos delitos “contra la vida, contra las personas, la propiedad, la salud pública y contra la administración pública”.
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Esos hechos, según se indicó desde la Fiscalía Regional 2, han sido perpetrados “al menos entre marzo de 2021 hasta junio de 2023” en los mencionados barrios del noroeste rosarino. “Esta organización criminal, producto del vínculo con Esteban Alvarado, actuó sin oponentes hasta julio de año 2021 cuando irrumpió en esos barrios la organización criminal integrada por Mauro Gerez y Andy Benítez junto a los demás integrantes de esa banda, vinculados con una organización criminal opuesta a la mencionada (en alusión a Los Monos)”, indicaron desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA).
“A partir de ese momento —agregaron los voceros consultados— comienza una disputa por el control y dominio del territorio, donde cada una de ellas procuraba excluir a la banda antagónica. Para llevar a cabo la empresa criminal los integrantes de la asociación ilícita imputada cometieron diversos delitos, entre otros atentados contra las personas, amenazas, venta de estupefacientes, balaceras, y homicidios”.
En ese marco se indicó que Zalazar tenía entre sus tareas las de disponer y guardar los vehículos que utilizaba la asociación para ejecutar sus ataques a mano armada. Asimismo, “controlaba el curso de la empresa delictiva, aportando logística y administración financiera”. Al respecto, puntualizaron que se encargaba de “recaudar, contar y guardar el dinero de procedencia ilícita producto de los negocios de la agrupación”.
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También le atribuyeron a Zalazar un rol en la dirección de los estratos inferiores de la banda.
Por Carina Bazzoni
Por Guillermo Ferretti