Reinaldo Wabeke y Ariel Juan Carlos Weggener fueron procesados por el juez federal Carlos Vera Barros por tráfico de estupefacientes en la modalidad transporte. Ambos habían sido detenidos el 8 de abril en el peaje del kilómetro 22 de la autopista Rosario-Santa Fe cuando circulaban en un Citroën C3 Picasso transportando 4,819 kilos de cocaína distribuidos en siete trozos compactos. Los investigadores infieren que Wabeke es un eslabón en la red de narcomenudeo que regentea la "Curandera Saravia", una mai umbanda de la capital provincial detenida en noviembre pasado y alojada en el penal femenino de Rosario.
Además, el fiscal federal Claudio Kishimoto objetó un pedido de la defensa de Wabeke para morigerar la prisión preventiva debido a los problemas de salud que padece (hipertiroidismo e hipertensión) y dispuso que siga preso. "En lo que respecta al marco de emergencia por la pandemia mundial Covid-19 debe señalarse que, hasta ahora, no se verifican contagios en las cárceles de nuestro país. En el caso de que eso sucediera «el virus no debería circular en la prisión si se cumplen las medidas adecuadas de profilaxis, tal como se desprende de lo informado por las autoridades del Servicio Penitenciario Federal»", explicó Vera Barros en su resolución negando modificar la preventiva de Wabeke.
Hasta el 28 de septiembre de 2007, Reinaldo Wabeke era un desconocido. Pero ese día, con 24 años, se casó por civil y por iglesia con Adelfa Volpes, quien entonces tenía 82 años. La mujer falleció 24 días después del casamiento a causa de una afección cardíaca tras pasar la luna de miel en Río de Janeiro. Aquel evento catapultó a Reinaldo al mundo mediático por un par de años.
Luego se le perdió el rastro hasta que a fines de 2019 brindó una nota a un medio de la capital provincial. Entonces dijo que había perdido todo lo que tenía y que en 2011, después de estar viviendo un año en Mar del Plata, volvió a Santa Fe y que un amigo que se había quedado viviendo en la casa que heredó de Adelfa la vendió a un hombre que "tiene muchas causas judiciales y estuvo preso por tráfico de drogas".
Incluso Wabeke contó que le habían ofrecido meterse en el negocio de la droga pero lo rechazó. "Me ofrecían vender droga para hacer plata y yo por eso me fui alejando. Estaba mal económicamente y me ofrecían que ponga la casa donde vivía para vender droga" confió.
Sin trabajo y con problemas de salud, el muchacho de 36 años se radicó en un pueblo de la provincia junto a Emanuel, su pareja desde hace 7 años, y nada se supo de él hasta que el 8 de abril cayó preso con la droga que era de o para, la "Curandera" Marcela Vanesa Saravia, detenida en Rosario.
El secuestro de la droga y sus circunstancias "permiten inferir que Weggener y Webeke tenían plena disposición sobre el material estupefaciente y que no podían desconocer el contenido de lo que llevaban en el auto en el que se trasladaban siendo que eran los únicos ocupantes del vehículo y la droga se encontraba a la vista", en el asiento trasero, explicó Vera Barros en la resolución que concluyó en el procesamiento por tráfico de estupefacientes.
Seguirá preso
En paralelo la defensa de Wabeke hizo una presentación para lograr la excarcelación de su pupilo o morigerar su detención por razones de salud en el contexto del Covid-19. Pero el fiscal Claudio Kishimoto se opuso y Vera Barros le dio la derecha.
"En su pedido de morigeración de prisión (la defensa) solicitó la detención domiciliaria en la provincia de Santa Fe, en la cual se reportaron numerosos casos de coronavirus y padece circulación comunitaria del mismo, y para que se pueda efectivizar la pretendida morigeración de prisión debe efectuarse el traslado lo que claramente aumenta de forma considerable las posibilidades de contagio", dijo el juez.
Para eso se basó en un informe de la médica Florencia Olivieri que concluye que Wabeke "cursa enfermedades crónicas tratables con medicación, dieta y ejercicio físico que no revisten gravedad, por lo que no se observan impedimentos para su permanencia en el penal mientras cumpla con el tratamiento médico".