El chofer de una ambulancia que actuó como soporte logístico de una banda de asaltantes que cometió el robo de un millón de pesos a la distribuidora de galletitas Tyna, en marzo del 2017, fue condenado ayer en un trámite de juicio abreviado a la pena de cuatro de años de prisión efectiva. El resto de los integrantes del grupo siguen sin ser identificados. Sin embargo, se cree que ese grupo actuaba coordinado con otra gavilla de ladrones comandada por "Lichy" Romero, sindicado referente del hampa de la zona norte, cuyos integrantes están detenidos y en los próximos días serán acusados en una audiencia preliminar por otra secuencia de atracos a comercios y empresas (ver aparte).
El robo a Tyna se concretó el 27 de marzo de 2017 alrededor de las 15.30 cuando seis hombres armados y encapuchados irrumpieron en el galpón de Presidente Perón 6970, hasta donde llegaron a bordo de un Renault Sandero y un Ford Focus negro.
En segundos maniataron al personal del lugar bajo amenazas de muerte y se trasladaron hasta las oficinas. Tras romper un blindex y reducir al dueño de la firma con culatazos y golpes de puño, lo obligaron a abrir la caja fuerte para hacerse de un botín estimado en un millón de pesos.
Los ladrones huyeron pero el titular del negocio pudo liberarse y los persiguió. En ese marco vio a tres de los ladrones bajar de uno de los autos y subirse a una ambulancia.
En línea directa
"Veo una ambulancia verde con un logo y que están con el bolso amarillo en el que habían sacado la recaudación, lo cargan por el costado de la ambulancia", aportó Leonardo Romera, víctima del atraco, en la audiencia imputativa.
Luego, los dos autos utilizados en el robo fueron encontrados abandonados a la vera de la autopista Rosario-Córdoba, a la altura de Roldán.
Esa declaración permitió hilvanar una serie de datos para cerrar el cerco sobre al menos uno de los sospechosos. En la investigación se determinó que la ambulancia pertenecía al Sindicato de Recolectores de Residuos y que su chofer, Pablo César Fernández, no había ido a trabajar el día de robo. El sospechoso estuvo prófugo hasta que se entregó en septiembre de 2017.
Acuerdo de partes
En una audiencia preliminar al juicio, la fiscal Valeria Haurigot acusó al chofer como partícipe primario de robo calificado por el uso de arma y agravado por ser en poblado y en banda, y pidió ocho años de prisión. En esa instancia, el juez Hernán Postma avaló la acusación tras considerar que existen "elementos de convicción que se mantienen", y rechazó el pedido de sobreseimiento del defensor Gonzalo López Ocaris.
Hasta ese momento no había sido identificada ni detenida la banda. No obstante, por la mecánica y modalidad, Haurigot entrecruzó datos con otra carpeta judicial que investiga la fiscal Cecilia Brindisi por una secuencia de asaltos a comercios y empresas y que fueron imputados a la banda de "Lichy" Romero, a quien a pesar de las sospechas nunca se lo pudo vincular al millonario robo a Tyna.
La defensa del único detenido por ese hecho y la fiscal Haurigot iniciaron tratativas y llegaron a un acuerdo para cerrar la situación procesal del chofer, lo que se concretó durante una audiencia de trámite de juicio abreviado que tuvo el control de legalidad del juez Postma.
El magistrado homologó el procedimiento abreviado presentado por la Fiscalía y aceptado por la defensa y el acusado, por lo cual se condenó a Pablo César Fernández, de 35 años, a la pena de cuatro años de prisión efectiva como partícipe primario de los delitos de robo calificado por el uso de arma de fuego y por haber sido cometido en poblado y en banda.