La madre y una hermana de Brandon Bay, líder de la banda Los Gorditos al que le atribuyen dirigir sus operaciones desde la cárcel, fueron condenadas por narcotráfico al término de un juicio oral en los Tribunales Federales de Rosario. Los jueces Osvaldo Facciano, Eugenio Martínez Ferrero y Germán Sutter Schneider les impusieron a ambas penas de cinco años y medio de cárcel por el delito de “tráfico de estupefacientes en la modalidad tenencia con fines de comercialización”. Los fundamentos del fallo se conocerán el próximo martes 17 de mayo.
Ambas mujeres están imputadas como parte de la banda de Bay en la Justicia provincial donde además contaban con condenas anteriores por portación de armas. Por ello el tribunal federal unificó esta nueva sentencia. Así, la pena para Erica Altamirano _madre de Brandon_ se redondeó en siete años y seis meses. Y para Aldana Jaquelina Bay, hermana del jefe, se establecieron seis años y seis meses ya que tenía pendiente una condena a dos años de ejecución condicional.
El fiscal federal Federico Reynares Solari había acusado a ambas mujeres en el marco de una investigación iniciada en agosto de 2016 a partir de un informe de Inteligencia Zona Sur de la policía de provincial sobre el accionar de varias bandas criminales que se disputaban el territorio —con la violencia que surge de ello— para la venta de drogas en un sector del barrio Tiro Suizo, especialmente la zona de Flammarión y Lamadrid.
Según esa investigación había varios domicilios que eran utilizados por las bandas como lugares de acopio de armas, entre ellos la casa donde vivían Altamirano y su hija. Fruto del allanamiento en esa vivienda secuestraron poco más de un kilo de marihuana, 30 envolotrios de cocaína, una pistola semiautomática calibre 38, una carabina casera y municiones.
De Tiro Suizo
La banda de Los Gorditos surgió en Tiro Suizo pero comenzó a extenderse una vez que sus cabecillas fueron presos en 2015. Entre ellos Brandon, de 27 años, quien desde una celda del penal de Coronda comenzó a trabajar para expandir los dominios de la gavilla en San Lorenzo y en Villa Gobernador Gálvez. Para ejercer su liderazgo tras las rejas Bay, luego trasladado a la cárcel federal de Máximo Paz, dependía de su madre para que se encargara de gerenciar las tareas en la calle, así como de hermanas y primos.
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El fiscal del MPA Pablo Socca investigó a la banda y al intervenir el teléfono de Altamirano supo que ella se comunicaba con su hijo, que la llamaba desde el teléfono fijo de la cárcel. Lo que se desprende de eso, además de la facilidad del grupo para diagramar los movimientos desde la prisión, es que la madre de la familia había ocupado un rol de preponderancia en la banda.
A fines del año pasado Socca le atribuyó a la madre de Brandon el rol de “liderazgo extramuros” durante un tiempo en el que la banda funcionó gerenciada por las mujeres de la familia. En algún momento pareció que la banda estaba en manos de Aldana, que cayó presa en diciembre de 2020.
La estructura funcionó hasta diciembre del año pasado cuando ocho personas _entre ellas dos policías_ fueron apresadas en una serie de allanamientos. Y desde entonces, según los investigadores, la banda comenzó a perder fuerza cuando su líder se quedó sin gente de confianza en la calle.