En cuestión de segundos, al menos dos ladrones armados y muy bien dateados robaron la mañana del miércoles 8 millones de pesos que una prima de Antonela Roccuzzo trasladaba en un auto particular desde el supermercado que la familia tiene en Lavalle al 2500 hasta un banco en cercanías para realizar el depósito del dinero. Todo ocurrió poco antes de las 10 cuando los delincuentes interceptaron el vehículo sobre la calle Lavalle a la altura de la cortada Manuel Súarez, entre Pellegrini y Cochabamba. Arma en mano los ladrones bajaron, rompieron el vidrio sobre el asiento trasero derecho y concretaron una salidera ideal al llevarse dos bolsos con dinero. Realizaron al menos un disparo intimidatorio. Los vecinos dicen haber escuchado tres detonaciones. En estado de shock la prima de Antonela manejó unos 100 metros hasta que se estacionó a mitad de cuadra por Pellegrini al 3900. No llevaban custodia.
Nueve meses atrás, el jueves 2 de marzo pasado, el supermercado de José Roccuzzo, suegro de Lionel Messi, ganó la portada de los diarios más importantes del mundo cuando su frente fue atacado a balazos y por debajo de la persiana dejaron una nota que mencionaban al astro del fútbol mundial y al intendente de la ciudad, Pablo Javkin, al que definieron como “narco”.
Cuatro meses más tarde, en julio, el devenir de la investigación derivó en una acusación contra el preso Pablo Nicolás Camino, alias Nico, quien por aquellos días cumplía condena en el penal federal de Rawson, y otras doce personas por formar una asociación ilícita polirubro que en medio de una guerra de facciones en la banda de Los Monos mantenía una disputa con Carlos Damián “Toro” Escobar, Leandro “Pollo” Vinardi y Máximo “Guille” Cantero intentaba lacerar negocios lícitos e ilícitos de la barra de Newell”s Old Boys.
El supermercado “Unico” surgió en 1982 y una de las fundadoras fue “Lele”, abuela paterna de Antonela y madre de José, quien comenzó el negocio con una pequeña despensa y hoy es el referente del súper cuya nave insignia está ubicada en Lavalle. José es padre de Antonela y suegro de Messi. En sociedad, con el correr del tiempo, llegaron a tener nueve sucursales que a principio de este años fueron vendidas. El negocio sigue manteniendo como un sello la participación de miembros de la familia. Para el ejemplo, Agustina S., una de las primas de la esposa de Messi de 23 años, es gerente general del supermercado.
El robo
Según se pudo reconstruir, poco después de las 9.45 del local de Lavalle 2554 salieron con dos bolsos cargados de dinero y se subieron a un Chevrolet Onix negro tres personas: al volante se sentó Agustina S., a su lado como acompañante Ignacio T., de 37 años, y en el asiento trasero derecho Marienela S., de 38. Estos dos llevaban un bolso cada uno.
“Salimos con los bolsos cerrados. No nos dieron información exacta de cuánto había. Lo dejábamos en el banco y nos volvíamos. No es algo que hacemos siempre. La que manejaba era Agustina, la dueña de la empresa”, explicó Marianela. “Íbamos del comercio hacia el banco para depositar dinero”, indicó.
Todo transcurrió sin mayores novedades hasta que el Onix cruzó la bocacalle de Lavalle y Cochabamba. Allí, a diez cuadras del súper, se perpetró el robo metros antes del cruce con la cortada Manuel Suárez. Sobre la dinámica del atraco hay dos versiones con mínimas diferencias. La versión más fuerte, la oficializada por los investigadores, indicó que un Fiat Cronos blanco se puso a la par del Onix y lo encerró. Inmediatamente del auto blanco bajaron dos personas que fueron directamente sobre el Onix negro.
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“Nos rompieron los vidrios y se llevaron los bolsos. Un auto había seguro, porque los vi subirse. En el momento en el que arrancó todo solo escuché impactos. Cuando nos bajamos vimos el impacto de bala”, relató Marianela, la trabajadora del Único. Se estima que el vidrio de la ventanilla fue roto con la culata de una de las armas que portaban los ladrones. “Cuando pasó todo Agustina intentó acelerar, pero teníamos un auto adelante y no pudo, por eso lo golpeó al auto”, dijo Marianela.
Las víctimas contaron que lo ocurrido este miércoles no responde a un patrón rutinario. También surgió que algunas veces el dinero en movimiento viaja en el baúl. El atraco fue perpetrado a escasas diez cuadras del Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca) y a menos de 200 metros de la oficina de la Secretaría de Asuntos Penitenciarios provincial, que depende del Ministerio de Seguridad, y que cuenta con custodia ya que fue baleada siete veces en tres años. La última el 17 de mayo pasado.
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Los delincuentes emboscaron el auto en el que transportaban dinero del Supermercado Unico en Lavalle al 1700.
A simple vista el Onix tenía un impacto en la ventanilla del acompañante del lado derecho y otro sobre la puerta trasera izquierda. En Lavalle al 1700 quedó una vaina servida que fue secuestrada por el gabinete criminalístico de la Agencia de Investigación Criminal (AIC). Los vecinos a esa altura de Lavalle indicaron que escucharon tres detonaciones.
Allegados a los Roccuzzo agregaron a esta secuencia que otro auto, del que no surgieron mayores datos, se puso a la cola del Onix y le impidió cualquier tipo de maniobra. Mientras el Cronos blanco fugaba por la cortada Suárez hacia el este, Agustina condujo el Onix en estado de shock e impactó a otro vehículo que esperaba en el semáforo de Pellegrini. Luego dobló y quedó estacionado frente a un bar y parrilla de Pellegrini al 3900. A las 9.52 todo había terminado.
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El jefe del Comando Radioeléctrico, Diego Santamaría, confirmó que los ladrones utilizaron al menos un vehículo en el robo, pero no descartó la participación de otro. “En la zona existen cámaras de videovigilancia. Las estamos relevando. También se está tomando testimonios a las víctimas y a potenciales testigos para establecer la mecánica de lo sucedido”, indicó.
Y agregó: “Es importante saber quiénes son las personas que sabían de este movimiento” y remarcó que no se trató de un robo al voleo o fortuito. El jefe policial no descartó que los delincuentes hayan intentado cubrir su fuga disparando al aire. El caso es investigado por el fiscal Lisandro Artacho, de la unidad de Flagrancia.
Un antecedente trágico
Tres semanas atrás una salidera en el centro rosarino terminó con final trágico. El jueves 2 de noviembre a la hora de la siesta Sergio Miguel Villarreal, un tucumano de 25 años, bajó de una motó y encaró decididamente sobre una Renault Oroch blanca en la que dos empleados de la empresa Frider Refrigeraciones esperaban en el semáforo de Belgrano y Tucumán. Con un lápiz para cortar cerámicos estalló el vidrio el lado del acompañante. Acto seguido intentó arrebatar el bolso con dinero.
En esa secuencia que duró como máximo 14 segundos, Alejandro B., policía rosarino retirado de 58 años que trabaja para Frider, efectuó un disparo con una pistola calibre 380 que impactó en el pecho de Villarreal y lo mató. El policía retirado fue demorado hasta que la fiscal Georgina Pairola decidió devolverle la libertad horas más tarde. Según fuentes judiciales consultadas este tipo de mecánicas, sin víctimas fatales, se repite a razón de uno a tres hechos por día en la ciudad.
Cuatro días después de esta salidera fatal, el fiscal de Investigación y Juicio Carlos Covani cerró un acuerdo abreviado con cuatro personas, tres de ellos oriundos de San Miguel de Tucumán, que aceptaron condenas a 3 años de prisión por integrar un grupo que asaltaba a automovilistas tras alguna operación financiera. Uno de los datos en esta investigación que llamó la atención del fiscal fue la cantidad de procedimientos policiales en los que eran detenidos motociclistas que llevaban un lápiz de widia, una suerte de punzón para cortar cerámicos y vidrios. También que esta banda no se movía con vehículos robados. Y que utilizaban para seguir a sus víctimas un monopatín eléctrico de alto rendimiento.