Hace casi un mes Laura salía con el auto de la puerta su casa, a dos cuadras del Club Atlético Provincial, cuando dos chicos muy jóvenes la abordaron y uno por cada puerta delantera entraron al vehículo. La mujer lanzó unos gritos, forcejeó con ellos pero la empujaron hacia afuera y se llevaron el Fiat Argo rojo modelo 2019. Eran las 19.25 del 18 de abril. Con su marido Mariano hicieron la denuncia de forma inmediata. Pasaron los días sin que hubiera novedades. De hecho lo preferían: ya no querían saber nada con ese auto y su posible derrotero. Pero la expectativa no se cumplió.
Este viernes a la madrugada en un operativo preventivo en Roldán efectivos del Comando Radioeléctrico advirtieron a un joven con un arma de cierta dimensión en la mano. Los policías lo controlaron y se la sacaron. En el acta del hecho consignaron que era una ametralladora de fabricación casera, con silenciador, cargador y capacidad para 17 municiones. Al portador del arma le sacaron también 22 proyectiles. Atrás llegó un auto rojo en el que iban cuatro personas. Era el vehículo que un mes atrás le habían robado a Laura.
Como se imaginó su esposo, el vehículo estaba muy deteriorado: con la chapa abollada en distintas partes de la carrocería, sin las cubiertas originales, muy dañado. "Estaba tramitando en el seguro la baja del auto para conseguir el reintegro del dinero y comprar otro. Y justo me llaman de la comisaría para devolvérmelo. Me partió al medio. El auto está chocado, le cambiaron las ruedas, le sacaron la computadora. No es el auto que yo tenía", se lamentó Mariano.
La presencia de una ametralladora con aptitud aparente para el disparo, en un auto que fue en forma violenta a sus dueños, marca el circuito de una economía criminal con actores diversos. Vehículos sustraídos que se entregan para acciones violentas, casi siempre robos, pero que en este caso se vinculan a la tenencia de un arma de gran peligrosidad, con poder de fuego a repetición, que se ha utilizado reiteradamente en hechos de sangre en el aglomerado urbano de Rosario.
Hubo cinco detenidos en total. El que tenía la ametralladora fue identificado como Osmar B y tiene perspectiva de quedar con prisión preventiva y condena efectiva si las evidencias lo confirman. La ametralladora es casera. Es la sexta de estas características que se encuentra en la zona de Rosario desde el año 2022. En la Agencia de Investigación Criminal (AIC) no dudan de que hay un armero que las adapta a partir de pistolas calibre nueve milímetros. Según peritos de esa repartición, utilizan un modelo norteamericano como referencia y son trabajadas con un torno. Se usa un caño de un arma fabricada legalmente al igual que los cargadores. Las partes adaptadas las moldea e incorpora un tornero experimentado. "Sabemos que hay un mismo lugar donde se adaptan las pistolas ametralladoras porque las secuestradas en el último tiempo en Rosario son todas similares. Es muy preocupante", afirmó una fuente policial.
Una metralla idéntica a la secuestrada este viernes se usó en el ataque a un agente de la Brigada Motorizada, Gabriel Sanabria, en un control de tránsito de Arijón al 400 el 27 de mayo de 2022. Poco después un operativo cerrojo en la zona que permitió detener a cinco personas, dos de ellas menores de edad, en cuyo poder encontraron dos pistolas ametralladoras. Sanabria, de 26 años, salvó la vida. Le habían disparado diez balazos.
Los detenidos ahora en Roldán en el incidente por la tenencia del auto serán casi con seguridad imputados de encubrimiento. No se los presume autores del robo sino los usuarios de un vehículo sustraído. Todos viven en Roldán. Son Luciana A., de 20 años; Luis B., de 27; Jonatan F, de 31 y Elías R.M., de 19.
Una pregunta reiterada, en una ciudad donde se reiteran las sustracciones de vehículos, es qué ocurrirá para las víctimas del robo del Fiat Argo. ¿Podrán comprarse un nuevo vehículo o deberán quedarse con el que les robaron? Fuentes del campo asegurador señalan que las pólizas cubren la reposición a 0km, cuando el auto no aparece y era menor a un año de antigüedad. Las compañías en general reponen el valor del vehículo más allá de su antigüedad después de treinta días sin novedad desde la denuncia del robo. La aseguradora tiene 30 días para aprobar o rechazar cualquier tipo de siniestros, incluyendo el robo. En el caso particular de esta familia damnificada pasaron 27 días. Con una póliza contra todo riesgo en general, en casos así, se cubren los costos totales de la reparación. Que aparezca un auto robado menos de un mes después, muy deteriorado y utilizado con alta probabilidad para cometer delitos no parece una gran noticia para su dueño.