Asesinó a martillazos a su ex pareja, a la beba de ésta y después se quiso suicidar
Una madre y su hija de 2 años fueron asesinadas ayer a golpes, al parecer con un martillo, en su casa de la localidad bonaerense de Villa Centenario.
24 de mayo 2019 · 00:00hs
Una madre y su hija de 2 años fueron asesinadas ayer a golpes, al parecer con un martillo, en su casa de la localidad bonaerense de Villa Centenario, en el partido de Lomas de Zamora. El hecho ocurrió ayer a la madrugada en la casa donde vivían Patricia Brandán, de 33 años, con su beba.
Según contaron a la policía allegados a la mujer, la ex pareja de la víctima —Jonhatan Alberto López, de 35 años— ingresó de forma violenta a la casa y comenzó a atacar a la mujer con un martillo. Al parecer, luego golpeó a la niña de igual forma.
Después empezó a prender fuego parte de la casa pero en un momento se quiso suicidar ahorcándose. La mujer como su hija fueron trasladadas en ambulancia al hospital Gandulfo. Los médicos advirtieron que la madre tenía un golpe muy fuerte en el cráneo y quemaduras, heridas similares a la de la beba. Ambas murieron en el hospital. Si bien la autopsia se realizará hoy, se presume que murieron producto de las lesiones provocadas con el martillo y el incendio fue posterior.
López fue detenido y quedó internado porque las lesiones sufridas producto del intento de suicidio. Cuando lo autoricen los médicos será indagado por el doble homicidio.
Los testigos señalaron que el hombre siempre era violento con su ex y la Justicia está tratando de determinar si la víctima había realizado denuncias previas por ello.
Degollada
En otro orden Irma Beatriz Cordo, de 56 años, fue encontrada degollada en su casa de Rafael Castillo, también en el partido bonaerense de La Matanza. Se investiga si el crimen lo cometió un hombre con el que mantuvo una relación sentimental.
El hecho fue descubierto el miércoles por el hijo de la víctima, de 31 años. La mujer apareció muerta al costado de la cama matrimonial.
Según las fuentes Cordo presentaba múltiples heridas de arma blanca en la zona del cuerpo y el cuello.
Los investigadores establecieron que no hubo cerraduras forzadas ni tampoco había un desorden generalizado, aunque en el dormitorio parecía que hubo intenciones de alterar el lugar del hecho.