Una decena de balazos dejaron sus marcas en el frente de una casa de barrio Tablada la madrugada de ayer en el marco de un hecho que, supuestamente, se enmarca en la violencia ligada a la disputa territorial por la ocupación de viviendas o lugares para el comercio de estupefacientes. Es que tras efectuar los tiros que agujerearon una pared y una puerta, los atacantes dejaron una nota intimidatoria en la que escribieron: "Andate de la casa o te hago matar. Los Funes".
Y hablar de Funes en esa zona de Tablada es mencionar a un grupo familiar que en los últimos años estuvo vinculado a una saga de hechos sangrientos en el marco de una pelea sin final con clanes rivales en el negocio del narcomenudeo que empezó a hacerse visible con el crimen de Mariela Griselda Miranda, la madre de los hermanos Funes, ocurrido el 11 de marzo de 2016 cuando estaba frente a su casa de Ayacucho y Uriburu y fue atacada a tiros desde una moto.
Lo cierto es que cerca de las 3 de la mañana de ayer un llamado al 911 alertó de una saga de detonaciones de armas de fuego en la esquina de Ameghino y 1º de Mayo y tras ello el rugir del caño de escape de una moto. Al llegar al lugar un patrullero, los policías entrevistaron a Rubén P., de 66 años, quien les exhibió el frente de su vivienda: tenía siete impactos en el frente y tres en un puerta lateral. Dos de esos balazos atravesaron la vivienda y se incrustaron en una puerta trasera y otra cerca del baño.
Los peritos que llegaron poco más tarde levantaron de la escena seis vainas servidas calibre 9 milímetros y la nota escrita en un papel con fibrón con el mensaje "Andate de la casa o te hago matar. Los Funes". Sin embargo, al ser entrevistado por los policías, el dueño de casa sostuvo que él no conoce a ningún integrante de esa familia aunque su hijo, Daniel Gustavo P., titular de un lavadero de autos en Ayacucho y buevar Seguí y supuesto integrante de la barra brava de Rosario Central, aseveró conocer a algunos de los miembros de mencionados clan, dijeron los voceros.
Pelea barrial
En ese sentido, vale recordar que el clan Funes está relacionado por los investigadores judiciales y policiales con la banda dirigida por René "El brujo" Ungaro, quienes se enfrentan a las huestes que conduce Alexis Caminos, hijo de Roberto "Pimpi" Caminos, el ex líder de la barra brava de Newell's de quien Jorge "El gordo" Funes supo ser ladero en algún momento.
De los hijos de Jorge, Alan y Lautaro (apodado "Lamparita"), se hicieron célebres en las crónicas policiales de Tablada y están presos en la cárcel de Piñero desde dónde, según varias investigaciones, sostienen que siguen impartiendo órdenes. No obstante, el hecho de que la nota encontrada la madrugada de ayer en la casa de Ameghino al 400 lleve su firma autoincriminante despertó suspicacias en los investigadores que hacen al escrito poco creíble.
Lautaro fue apresado en septiembre de 2017 en un allanamiento de la Policía Federal y quedó imputado de liderar una asociación ilícita que cometió al menos catorce hechos delictivos entre diciembre de 2015 y mayo de 2017, entre los cuales figuran dos homicidios, uno consumado y otro en grado de tentativa. Alan, por su parte, cayó en enero de 2018 y fue imputado por portación de arma de guerra, amenazas, asociación ilícita, el crimen de Marcela Díaz y la tentativa de homicidio de la pareja de esa joven.
En tanto otros dos hermanos, Ulises y Jonatan, fueron asesinados en distintos episodios. El primero cayó acribillado el 7 de enero de 2018 en un pasillo de Garay al 1400 cuando le dispararon desde un vehículo en movimiento. Mientras que Jonatan fue emboscado cuando conducía un auto al salir de la cárcel de Piñero tras visitar a Alan el 5 de febrero de ese mismo año y recibió una lluvia de disparos. En la ruta, la policía levantó 16 vainas servidas calibre 9 milímetros.
Ya en 2018, después de la caída de Alan, en la audiencia imputativa se dieron a conocer escuchas que denotaban la pelea de los grupos Funes-Ungaro vs. Caminos-Segovia (por Ariel o "Tubi" como lo conocían, quien fue asesinado en la cárcel de Coronda). En una de esas escuchas, en la que dialogan los hermanos "Lamparita" y Alan, se conoció que los sicarios que actuaban para la primera de las bandas pedían 3 mil pesos para balear el frente de una casa.
"Me extraña mucho"
Volviendo al episodio de la madrugada de ayer, Rubén P. dijo que es "jubilado portuario", que su esposa lo despertó a la madrugada diciéndole que había escuchado los tiros aunque él supuso que "era gente que andaba por los techos o gatos peleando". El hombre, visiblemente asustado, dijo ante colegas de Canal 3 que al levantarse vio "los agujeros en las chapas de la puerta y el papel que le habían pasado por abajo" con la amenaza. Pero aseguró que no conoce a los Funes aunque "en el barrio se habla de ellos".
"Me extraña mucho todo ésto porque no tengo problemas con los vecinos, no ando en nada raro y no creo que hayan atacado mi casa por algo en particular. Para mí se han equivocado de lugar, realmente no entiendo nada. Estoy muy asustado y no sé qué hacer", agregó.
La noche anterior, a unos cien metros de la casa de Rubén P., en Ameghino al 500, otra puerta recibió dos impactos de balas, confiaron fuentes policiales. Era la una de la mañana cuando el dueño de casa, de 29 años, se sobresaltó por los disparos y al salir vio perderse por el oeste a dos pibes en una moto, denunció. En el lugar, los peritos recogieron dos vainas servidas que coinciden con los impactos en la puerta.