Newell’s sigue acumulando negociaciones frustradas para conseguir el centrodelantero. El martes a la noche tenía todo arreglado con Guillermo May, jugador de Danubio de Uruguay, pero se metió a último momento Puebla en las tratativas y acordó la llegada del atacante. Eso sucedió cuando el futbolista estaba por viajar a Rosario, con la intención de realizar este jueves la revisión médica y los trámites pertinentes.
Ya le habían sacado los pasajes a May. Estaba todo preparado para incorporarlo rápidamente, teniendo en cuenta la falta de gol en el plantel leproso. Pero el futbolista decidió de muy mala manera elegir México como destino, donde le realizaron una mejor oferta, le comprarían el pase y le realizarían un contrato por 3 años.
La noticia pegó duro en los dirigentes rojinegros. Nadie esperaba este gesto por parte del jugador. Ahora Newell’s tiene que buscar un centrodelantero, con el tiempo como castigo ya que este jueves cierra el libro de pases.
Por la noche, las caras y las respuestas de desconcierto se repetían en la cúpula dirigencial.
Este desplante llegó luego del revés en las negociaciones por el paraguayo Brian Montenegro (atacante de Olimpia), quien tampoco pudo definir su salida para venir a Newell’s, a pesar de los avances que había en la mesa de tratativas.
Después de ese paso en falso al tratar de conseguir los servicios del punta guaraní que fue compañero de plantel del Pollo Recalde. Desde ahí focalizaron los esfuerzos detrás de May, este centrodelantero uruguayo que se mostraba como un nueve “raro”, del estilo que le gusta a Gabriel Heinze.
En ese marco de pretensiones y de falta de margen de maniobra para ir por más, aceleraron por May, y lo esperaban en Rosario.
El libro de pases cierra este jueves y en la entidad leprosa lo estaban aguardando a May. Para esa llegada a Rosario, estaba pactado ejecutar una cláusula de salida muy barata que tenía ese jugador de 10 mil dólares para lograr la partida del club charrúa.
May, de 25 años, había seducido por ser un volante creativo que fue llevado a delantero por sus condiciones técnicas. Es goleador y figura dentro de las filas de Danubio y por eso interesaba. Ante la ausencia de otros atacantes, en la última temporada actuó mucho como centrodelantero y era la principal arma de Danubio para llegar al gol.
No es un 9 típico, por eso interesaba. No es un grandote de área. Es un jugador habilidoso que logró destacarse en el fútbol uruguayo por su capacidad de generación de juego y por sus conquistas. En lo que va del año marcó una docena de goles en 27 partidos, tres de ellos en la Copa Sudamericana.
En líneas generales tiene características muy similares al Pollo Recalde. Le gusta tirarse unos metros atrás para asociarse con los volantes, le gusta ser parte importante en la estructura de creación de juego.
Desplante
Según lo trascendido desde Uruguay, el delantero tenía todo acordado de palabra con la entidad del Parque y acá también se iba a confeccionar un vínculo por tres temporadas.
Todo indica que la cláusula de salida, tan accesible, fue la llave que permitió direccionar rápido las negociaciones. Además, también destacan que el futbolista tenía muchas intenciones de ser transferido, por eso dejó este apartado en el contrato para facilitar una posible salida.
Pero, sin saberlo, Newell’s fue primereado por Puebla y todo se volvió desazón alrededor de este posible pase.
Primero la dirigencia estaba negociando en Paraguay para quedarse con el delantero Brian Montenegro, pero se encontró con que la directiva de Olimpia no estaba dispuesta a desprenderse del punta. Por eso tuvo que recalcular rápido y apuntar a otro país, ya que con la venta de Djorkaeff Reasco a Instituto se abrió también un escenario de posibilidad con el cupo extranjero.
Con más libertades geográficas pudo poner la mira en Guillermo May, de Danubio de Uruguay, pero siguió teniendo final negativo.
Ante la consulta, algunos directivos en el Parque todavía mantienen un mínima dosis de esperanza. Pero todo indica que el futbolista elegirá la mejor oferta de México.