Se sabía de antemano que el tercer partido ante Inglaterra no iba a ser igual a los dos anteriores que jugaron en Argentina a mitad de año. Iba a ser un partido más disputado ya que los dos llegaban en un muy buen momento. Y eso se reflejó en los ochenta minutos de un partido parejo donde la diferencia estuvo en el aprovechamiento de las oportunidades, en la eficacia que tuvo Inglaterra y le faltó a Los Pumas para sellar el 27-23 final. El pragmatismo de Inglaterra pudo más que el corazón de Los Pumas.
Tras el kick off del tucumano Albornoz, las piezas se empezaron a mover como si fuera un partido de ajedrez, con mucho uso del pie como se preveía. En ese sentido el conjunto de Felipe Contepomi arrancó mejor, pero no logró asentarse en campo inglés producto de sus propios errores.
En la vereda de enfrente Inglaterra empezó a hacer gala de su pragmatismo. primero con un drop de Ford, quien sacó la primera diferencia para ponerse 3-0, y luego con el try de Max Ojomoh, quien aprovechó la presión que ejercía su equipo en ese momento, e interceptó la ovalada para irse rápidamente hacia el ingoal.
Pragmatismo inglés, corazón argentino
En un abrir y cerrar de ojos, el conjunto ingles sacó diez puntos de diferencia, a un equipo argentino que le costaba hacer pie. Aún así Los Pumas no se salieron del libreto y siguieron jugando como si el partido estuviera 0-0. Así tuvo dos chances claras antes de la media hora de juego y las dos a través de Gallo. En la primera no pudo tomar bien la pelota y se le escapó hacia adelante, y en la segunda llegó a meterse en la última línea pero no logró apoyar gracias al eficiente trabajo de la defensa inglesa.
A los 20' Argentina tuvo la chance de descontar con un penal de Santiago Carreras pero la pelota se estrelló en el palo y el cero siguió inmutable. La mala fortuna, sumada a algunas imprecisiones y varios errores no forzados hicieron que Los Pumas no pudieran avanzar en el terreno y quedar a merced de un equipo inglés que, con mucha inteligencia volvió a sumar antes de la media hora de juego. Immanuel Feyi-Waboso llegó solo al try, tras un exquisito kick, quirúrgico, de Max Omojoh y estiró la cuenta.
Argentina intentó revertir el momento, pero nunca pudo desembarazarse de la telaraña defensiva que le tejió el conjunto inglés. Con un penal de Tomás Albornoz, recién ahí Los Pumas quebraron el cero.
En el último tramo del primer parcial las cosas empezaron a cambiar. La suerte pasó del lado de los argentinos. A los 38' un error disciplinario en los argentinos, le otorgó a Ford la posibilidad de sumar, pero el disparo se fue abriendo y la intención de sumar quedó trunca. Tras cartón, en la última acción del primer tiempo, Luke Cowan Dockie ejecutó el line, comandó un maul y cuando todo parecía ser alegría británica, el TMO determinó que antes de apoyar, el hooker perdió la posesión y luego la arrimó con el antebrazo. La jugada fue, entonces, solamente un susto.
En el balance del primer parcial Inglaterra dominó la primera mitad contra una Argentina descoordinada y justificaba en el marcador lo expuesto en la cancha. Pero con estos Pumas no estaba todo dicho. Habían estado apagados en el primer tiempo por lo que la remontada en el complemento era inevitable.
Volvieron a ser Los Pumas
En el segundo tiempo, con otra iniciativa, los argentinos empezaron a sumar. Justo Piccardo se posicionó, vio el espacio y se coló por medio de la defensa inglesa. Try argentino convertido por Albornoz, quien pocos minutos después sumó un nuevo penal en su cuenta personal.
Los minutos fueron pasando y Argentina fue agrandando su figura y ya nada era igual al primer parcial. Un penal de Santiago Carreras puso a Los Pumas a tiro (17-16) cuando faltaban 20 minutos para el final. Podía pasar cualquier cosa porque no había nada definido.
Con solvencia Argentina presionó e Inglaterra sintió la presión, jugó incómoda pero como todo equipo grande Inglaterra supo salir de ella. Haciendo nuevamente culto a su eficacia, en una jugada iniciada en un line, los backs abrieron la pelota y fue Henry Slade el que llegó al try para darle cierto alivio al dueño de casa. Ford se redimió con la conversión y luego, con un nuevo penal, le permitió a los dirigidos por Steve Borthwick tomar un poco más aire en el marcador.
Pero Los Pumas, lejos de entregarse, siguieron peleando. El try de Rodrigo Isgro le puso pimienta a la definición. El reloj le dio una oportunidad más al seleccionado argentino que, desde la salida se vino desde su propio ingoal, ganando metro a metro, buscando la heroica. Llegó a estar a centímetros del ingoal e hizo que Inglaterra terminara el partido pidiendo la hora, pero no hubo tiempo para más. Sin lograr su mejor rendimiento en este partido, cerró la ventana de noviembre con un saldo altamente positivo, mostrando juego, inteligencia y un enorme corazón, el mismo que los caracterizó desde siempre.
Síntesis
Inglaterra: Ellis Genge, Luke Cowan-Dickie y Asher Opoku-Fordjour; Maro Itoje y Alex Coles; Guy Pepper, Sam Underhill y Ben Earl; Ben Spencer y George Ford; Elliot Daly, Max Ojomoh, Henry Slade e Immanuel Feyi-Waboso; Freddie Steward.
Suplentes: Theo Dan, Fin Baxter, Will Stuart, Charlie Ewels, Tom Curry, Henry Pollock, Alex Mitchell y Marcus Smith.
Argentina: Thomas Gallo, Julián Montoya y Pedro Delgado; Guido Petti y Pedro Rubiolo; Juan Martín González, Marcos Kremer y Santiago Grondona; Simón Benítez Cruz y Tomás Albornoz; Bautista Delguy, Justo Piccardo, Matías Moroni y Rodrigo Isgró; Juan Cruz Mallía.
Suplentes: Ignacio Ruiz, Boris Wenger, Tomás Rapetti, Franco Molina, Pablo Matera, Joaquín Oviedo, Agustín Moyano y Santiago Carreras
Progresión:
PT. 8' drop de Ford (ING), 9' y 25' goles de Ford (ING) por tries de Max Ojomoh, Immanuel Feyi-Waboso; 34' penal de Albornoz (ARG).
ST. 5' gol de Albornoz (ARG) por try de Piccardo; 10' penal de Albornoz (ARG); 20' penal de Santiago Carreras; 25' gol de Ford (ING) try de Henry Slade; 31' penal de Ford (ING); 40' gol de Santiago Carreras (ARG) por try de Isgro
Estadio: Twikenham.
Arbitro: Pierre Brousset .