Sin competencia a la vista, pero con las ganas intactas de reencontrarse con la pelota, el plantel femenino de Rosario Central, el único club del Interior que disputa el torneo de AFA, pudo volver a entrenar. Cumplió con la primera parte, compuesta por las dos semanas iniciales y lo hace con expectativas pese al horizonte incierto. En este sentido, la entrenadora de Las Guerreras, Roxana Vallejos, le contó a La Capital cómo fueron estos primeros días en los que volvieron a verse las caras, aunque con los protocolos de la nueva normalidad y dio cuenta del trabajo pormenorizado que están haciendo.
A su vez, la DT se mostró cauta con el tema de las ansiedades y puso en primer plano eso que el club no quiere negociar por encima de nada, la salud de las chicas. Para Vallejos, después de eso, sólo hay un foco principal: el torneo del año que viene. Aunque falte. Aunque no haya fecha cierta (se estima entre enero y febrero). "Tenemos una oportunidad muy importante y hay que saber aprovecharla", dijo sobre la chance que este tiempo les dará para buscar la mejor versión para el modelo canalla 2021.
El año pasado, cuando se determinó la realización del primer torneo profesional femenino por parte de AFA y aunque en la práctica las cosas indiquen que es aún semiprofesional, se constituyó un momento histórico. De ese momento, Central fue protagonista, aunque no tuvo el tiempo que hubiera querido para prepararse ya que se enteró de la invitación a poco tiempo del inicio del certamen (fue en septiembre). Pese a ello, el papel fue más que interesante. Al principio le costó hacer pie pero luego se fue acomodando lo suficiente como para haber peleado hasta último momento el ingreso a la Zona Campeonato (la que iba a derivar en la lucha por el título), hasta que la pandemia por el Covid-19 paró todo. Pese a valorar esa actuación, Rosario Central quiere un 2021 superador. De allí este andar, este presente con paciencia.
¿Cómo fue la vuelta y el reencuentro con las chicas después de seis meses de suspenso por la pandemia?
La verdad es que fue todo muy duro, para ellas y para nosotros también (cuerpo técnico). Entonces, en estas dos primeras semanas lo que hicimos fue trabajar en grupos y tomar todas las precauciones posibles con respecto al virus. Empezamos a trabajar de manera progresiva, con todas las chicas entendiendo la nueva normalidad. Y arrancamos desde cero, haciendo evaluaciones más que nada, para empezar a prepararnos para la pretemporada y sobretodo siendo conscientes de que queremos evitar el problema de las lesiones, que conocemos, ha pasado en el mundo del fútbol. Estamos tomando todos los recaudos necesarios para hacer las cosas bien y llegar de la mejor manera posible al torneo del año que viene.
¿Qué tal fue este tiempo en que no pudieron verse?
Desde que empezó la pandemia estuvimos en contacto permanente, tanto por teléfono como de manera virtual para seguir entrenando. Pero más allá de los entrenamientos también aplicamos a esto el poder acompañarlas en este momento, ver que no les haga falta nada, ya sea comida, abrigo, la atención que necesitaba cada una en esta situación tan difícil. A los entrenamientos los hacíamos una vez a la semana o cada 15 días para reforzar. Ellas tenían un plan que cumplir en sus casas, la que podía lo hacía. Nos pasaba que no todas las jugadoras tenían conexión a internet, así que trabajamos en eso también para que ellas se pudieran conectar dándole los recursos necesarios para que pudieran estar lo más cerca del equipo. Se trabajó la parte física, con trabajos complementarios como tareas con cuestiones que por ahí no se pueden hacer habitualmente porque llevan mucho más tiempo y se aprovechó para avanzar sobre conceptos y cuestiones importantes.
77d8b804-b900-4099-b751-0c574866a72d.jpg
¿Cómo las encontraste cuando volvieron, en cuestiones de preparación y en estado de ánimo?
El estado de ánimo marca que están muy contentas y que no veían la hora de arrancar. Imaginate que fueron 6 meses, estábamos todos esperando esto. Y esa fue otra de las cosas que más se trabajó, lo que son cuestiones psicológicas de alguna manera te afectan, hay una necesidad de hacer algo que vos hacías habitualmente y de repente te encontraste con otra realidad dentro de un espacio muy reducido. Encima acá en Santa Fe nos encontramos con una situación contraria a lo que pasó en Buenos Aires (habla del pico de contagios), por ahí hubo algo más de libertad para poder realizar actividades individuales antes de tiempo pero ahora tenemos muchísimos casos y nos tenemos que seguir cuidando muchísimo. Eso desde lo emocional. Y después, mantenerse se mantuvieron, todas estuvieron haciendo alguna actividad, lógicamente que no es lo mismo pero eso es lo que estamos viendo ahora para hacer los reajustes y volver a estar en sintonía, ¿no?
¿No tener competencia confirmada a la vista es un inconveniente? ¿Ya que manejar las ganas de jugar?
Lo que nos pasa es un poco indiferente a los planes de AFA. En principio nos avisaron que posiblemente, dentro de 45 días posteriores al reinicio de los entrenamientos podrían realizar algún tipo de torneo intermedio o amistoso, pero no hay confirmación exacta ni fecha. Tenían intenciones de que en octubre se pudieran jugar partidos pero hoy tenemos muchos limitantes que hay que ir afrontando, veremos más adelante. Nosotros, más allá de que haya torneo intermedio, a lo que apostamos es al torneo próximo (el de 2021). Por eso arrancamos desde cero sin ningún tipo de presión, trabajando como corresponde y priorizando la salud de las chicas.
0dbe7266-152e-48df-a6f0-92ccacdb0ae9.jpg
¿Se puede mantener el entusiasmo en ellas sin esa certeza? ¿Qué les decís para motivarlas?
El panorama es cambiante constantemente. Tenemos una motivación que es poder volver a entrenar y dentro de ella la motivación es que tenemos tiempo para prepararnos bien para el próximo torneo que sería el año que viene. Tenemos una oportunidad muy importante y hay que aprovecharla, eso ya de por sí es muy motivador para las jugadoras. Ahora empezaron a trabajar con la parte física y las prevenciones, motivadas están, porque todas tienen ganas de jugar, pero son conscientes de que estamos mirando lo que viene, queremos hacerlo realmente muy bien.
No todos los clubes pudieron volver a entrenar, cada uno tiene realidades diferentes y algunos bastante duras (en Buenos Aires). Si bien ya volvió la mayoría, ¿es bueno valorar que están entre los que sí pudieron retornar?
Tal cual. De eso le hacemos tomar conciencia a las chicas también, por eso la importancia de que se cuiden en toda esta situación que estamos pasando y que sepan de las prioridades y las oportunidades que tiene cada una en base al club en el que están también. Eso se refresca siempre, porque a veces en la vorágine se pierde la noción del tiempo y del lugar donde estamos. Y la verdad es que en Central estamos haciendo mucho, es algo que da orgullo, estamos haciendo las cosas bien.
Este tiempo quitó muchas cosas pero también permitió otras. ¿La de ustedes fue tal vez dimensionar lo que hicieron en el primer campeonato de AFA?
Sí, claro, sabíamos lo que se hacía y lo íbamos charlando durante la competencia también, mientras íbamos avanzando. Pero los resultados fueron sumamente importantes y positivos teniendo en cuenta el tan corto tiempo de trayectoria y por la manera en la que se llevó todo a cabo el año anterior, lo hablamos. Y eso es lo que nos da hoy un empujón mucho más fuerte para trabajar y llegar al próximo torneo como queremos. Vamos a estar muy bien.