La victoria de Central en el clásico ante Newell's todavía deja muchos temas para el análisis. Más allá del triunfo, de la racha (ganó los últimos cinco) y el gol antológico de Ángel Di María, hubo en Arroyito una actuación soberbia que no destacó más porque no convirtió, la de Alejo Veliz.
Veliz llegó a Central cuando el torneo Clausura estaba a punto de comenzar y, pese a su falta de ritmo y de entrenamientos con el equipo, jugó de entrada. La decisión del entrenador Ariel Holan tenía lógica: aun con pocas prácticas, el peso específico del centrodelantero justificaba su inclusión.
No resultó una sorpresa que Veliz no rindiera de acuerdo a sus antecedentes en Central en los primeros partidos. Venía de un período de vacaciones, estuvo bastante tiempo entrenando por su cuenta y, lo dicho, acumulaba muy pocas prácticas con sus compañeros.
En Europa no le fue como esperaba
Además, su incursión europea no había sido tan buena. Cuando llegó al Tottenham, en septiembre de 2023, jugó poco y enseguida se lesionó. Después ya no tuvo chances en el equipo londinense y se fue a préstamo al Sevilla. Allí tampoco rindió y en la temporada siguiente se marchó al Espanyol. En el equipo catalán jugó un poco más, pero no se destacó por aquello para lo que fue contratado: el gol.
Ya en el verano pasado hubo interés de Marcelo Gallardo por llevarlo a River, aunque la negociación nunca avanzó. Después se dijo que también Boca puso el foco sobre el chico de Bernardo de Irigoyen formado en Central. Sin embargo, el equipo que más lejos llegó fue Racing: Costas lo quería, especialmente después de la partida de Maximiliano Salas.
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El deseo de volver a Central
Pero no hubo caso. Ya hacía más de un mes que Central había anunciado el regreso de Ángel Di María y desde ese momento Veliz tuvo una obsesión: volver al club donde se formó para jugar con el campeón del mundo.
Con su contratación a préstamo, ya que el pase sigue perteneciendo al Tottenham, Central intentaba remediar un problema concreto del equipo en el primer semestre: sus delanteros no convertían goles.
Después de los primeros cuatro partidos sin embocarla, y sin grandes actuaciones, Veliz finalmente pudo marcar un gol. Fue a los 8 minutos del primer tiempo en el Gigante, ante Deportivo Riestra. Ese día, sólo la amargura por la dura lesión de Juan Giménez y el empate agónico de Riestra opacaron en parte la alegría de los canallas por el regreso del goleador.
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"Trabajar y luchar"
Hay que prestar atención a lo que dijo Veliz después de ese partido. "Sabía que el gol iba a llegar. Era cuestión de seguir trabajando y luchando", dijo.
Hasta que llegó el partido con Newell's en el Gigante. Ese día Veliz hizo todo bien y solo le faltó el gol. Corrió, metió, obligó a los rivales a estar siempre atentos a sus movimientos y buscó el arco incansablemente, aunque solo haya conseguido un remate franco. Jugó con una intensidad asombrosa, que entre otras cosas sirvió para desnudar los serios problemas del equipo de Cristian Fabbiani para salir desde el fondo.
En el clásico, Veliz tuvo uno de los rendimientos más altos del equipo de Holan. Quizás esa intensidad con la que jugó explica en parte por qué Gallardo pudo haberse fijado en él en algún momento: se sabe que al entrenador de River le gustan ese tipo de delanteros, que saben codearse con el gol, pero cuando el equipo pierde la pelota se convierten en el primer defensor aunque estén lejos de su arco.
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Un gran refuerzo
"Era cuestión de seguir trabajando y luchando", dijo Veliz después del soberbio cabezazo con el que puso en ventaja a Central ante Riestra, su primer gol desde que regresó a Arroyito. El jugador de la sexta fecha se vio muy mejorado respecto al de la primera, y es claro que todavía tiene mucho por mejorar. Es sin dudas un gran refuerzo para el plantel canalla y un inflador para la ilusión de Central de ir por el título del torneo Clausura.