Dio gusto ver la marea de hinchas argentinos que tomó por asalto Kazán con esa prepotencia futbolera que caracteriza a la pasión bien argenta. También fue una gran enseñanza comprobar en vivo y en directo cómo esta ciudad, capital de Tartaristán y situada a más de 800 kilómetros de Moscú, constituye un ejemplo de integración y convivencia pacífica entre musulmanes y cristianos ortodoxos. Porque en un mundo conmovido por los conflictos religiosos que provocan múltiples guerras desde tiempos inmemoriales, la sede del partido entre Argentina y Francia predica con el ejemplo la buena tolerancia entre dos creencias religiosas que se ubican en las antípodas. Además, caminar por Kazán es encontrarse todo el tiempo con mujeres y sus vestidos largos y velos que les cubren prácticamente todo el rostro y el cuerpo.
El mejor ejemplo de la convivencia pacífica entre musulmanes y cristianos es la decisión del ex presidente Boris Yeltsin (ya fallecido) de reconstruir la mezquita Qolsharif en 1996, que había sido destruida en la invasión rusa siguiendo órdenes de Iván El Terrible. La nueva mezquita, la mayor de Rusia y la segunda más grande fuera del mundo árabe, fue inaugurada el 25 de julio de 2005 en un acto que marcó el inicio de las celebraciones del milenario de Kazán y se encuentra ubicada en el interior del Kremlin, el antiguo recinto amurallado en el que se levantan como moles edificios de gran interés histórico y arquitectónico. Puntualizar que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco allá por el 2000 es una obviedad, aunque nunca viene mal recordarlo. Previo al partido con los galos, este lugar estaba desbordado de hinchas argentinos, quienes aprovecharon el buen sol del verano ruso para recorrer la zona amurallada y sacarse fotos para la perpetuidad.
El día después a la eliminación albiceleste aún podían verse argentinos haciendo turismo pero rumiando tristeza y tratando de olvidar. "Realmente sorprende cada lugar de Kazán. Por lo que preguntamos en el hotel, y también por lo que leímos, es una ciudad que en Rusia es la historia viva", contó Guillermo, un fanático hincha de Newell's, vestido con la camiseta de la publicidad Yamaha de los años ochenta.
Silvio, otro representante de Rosario, luce orgulloso la camiseta de Central también de los años ochenta y cuenta que desde que llegó, vía tren el viernes por la tarde, se mueve por las calles de Kazán con la misma naturalidad y confianza que uno más del millón de habitantes que tiene esta ciudad: "Es maravilloso vivir todo esto. Ver a la selección argentina en un Mundial y conocer una ciudad que realmente impacta. Recorrimos un poco, pero todo lo que vimos te llena los ojos", expresó y después reforzó lo que estaba contando con un dato que demuestra que anduvo interesándose por la idiosincrasia de Kazán: "Me dijeron que más del 40 por ciento de la población son tártaros y el resto son rusos, incluyendo los tártaros cuya lengua materna es el ruso", se agrandó como si Rosario estuviera a la vuelta de la esquina de Kazán.
El relato de los simpatizantes rojinegros y canallas es otra enorme prueba de la mezcla y el aperturismo de los habitantes de esta ciudad en la que vivió varios años Cristian Ansaldi, ex jugador de Newell's y actual de la selección argentina en el Mundial, cuando vistió la camiseta de FC Rubin Kazán.
Geográficamente, Kazán está dividida en dos partes muy bien diferenciadas por culturas que se respetan mutuamente y conviven con total normalidad. Por ejemplo, en el centro hay dos distritos por el canal Bolaq y el lago Qaban. El primero, llamado Qazan Bistase en tártaro o Kazanski Posad en ruso, es históricamente ruso y ortodoxo. Se haya situado en la parte alta y en él se encuentran todas las iglesias de mayor valor artístico, como la Blagoveschenskaya y la Varvarinskaya, dos ejemplos para que el lector no intente memorizarlas pero sí para tenerlas en cuenta. El otro, Iske Tatar Bistase en tártaro o Staro-Tatarskaya Sloboda en ruso, siempre fue una fortaleza tártara y está situado entre el Bolaq y el río Volga. Ahí es el sector donde se agrupan las mezquitas como las de Nurullah, Soltan, Apanay, Acem, Marcani o Iske Tas.
Un breve repaso por Kazán, la ciudad que recibió con los brazos abiertos a la selección argentina y a una montaña de almas albicelestes que le dieron un marco más imponente que el que tiene ese edificio de más de 70.000 metros cuadrados y 50 metros de altura que es el estadio Kazán Arena.