El futuro de Central está en las divisiones inferiores. No es un capricho afirmarlo. Tampoco se trata de un hallazgo universal. Simplemente es un argumento que se basa en lo que indica la historia canalla. Por más que la dirigencia de Central venga desembolsando millones de dólares para tener un plantel competitivo. Lo concreto es que el real patrimonio está en la cantera. La misma que es orgullo del club por estos días, principalmente por el rol que vienen desempeñando los juveniles de la reserva, que se quedaron con la primera final de la Copa Santa Fe. El equipo de Leo Fernández sigue llamando la atención y cosechando elogios en Arroyito, mientras varios esperan tener su chance o más actividad en el primer equipo.
El torneo provincial le vino al pelo a este puñado de pibes que intentan ganar terreno en el campo de las consideraciones. Porque juegan pensando en el futuro. En su carrera dentro del club que aprendieron a querer con el paso del tiempo. O porque así lo mamaron desde la cuna. Despiertan interés sin fronteras pese a sus cortas edades.
Y entre los que vienen pidiendo pista para volar se destacan varios. En primer lugar hay que destacar que lo de Jeremías Ledesma ya no es novedad. El arquero pidió jugar como sea la Copa Santa Fe y sigue mostrando una constante evolución.
El fondo auriazul tiene un apellido que no debe envidiarle nada de nada a muchos de los que el club sumó como refuerzo en su momento y le salió una ponchada de plata. Se trata de Luciano Recalde, quien se fue y volvió de Villa Dálmine por la puerta del fondo. Pero aquellos que trabajan en el día a día y lo conocen de verdad, no hacen más que destacar sus virtudes.
Otro que es para tener muy en cuenta de verdad es Andrés Lioi. Un volante de 20 años que puede desempeñarse por cualquier sector del mediocampo. En la actualidad juega recostado por la derecha. Tiene dinámica y una técnica de primer nivel. Pensar que Montero sigue renegando de lo lindo con esta zona. Lo positivo es que el uruguayo tiene bien marcado a este juvenil. Sólo resta esperar que le brinde su confianza y le dé pista.
También Emmanuel Ojeda está levantando su nivel. Y eso es un bonus para el volante central, quien viene de romperla en Rafaela. Y otro que parece que por momentos está inactivo, pero en una fracción de segundos se enciende y prende fuego la red ajena es Agustín Coscia. El hombre de gol que tiene la reserva. Lógico que después hay algunos pibes más que pintan para cosas interesantes. Pero deben ser más regulares.
"La idea es que estos chicos le puedan servir a Paolo Montero. Nosotros estamos a disposición de él. Siempre dispuestos a ayudar y para aportar lo que nos pida para la primera división".
Estas palabras que dijo Leo Fernández, tras el reciente triunfazo en la Perla del Oste, sintetizan el auténtico eje que moviliza al entrenador de la reserva en la actualidad.
Además, cada frase fue exteriorizada desde la más pura humildad. En ese aspecto, el entrenador de la reserva no se caracteriza precisamente por intentar vender espejitos de colores a la dirigencia o al hincha como pasó en épocas recientes.
Lo suyo se basa en el trabajo y en tratar de potenciar a los chicos que tiene al alcance de su mano juntos a sus ayudantes. Porque en este aspecto no se lo puede dejar de nombrar al Cuis Cristian Daniele, que también aporta su gran conocimiento sin dobles sentidos. Hacen todo pensando en el real patrimonio del club: los pibes. Esos mismos que siguen llamando la atención en esta Copa Santa Fe y esperando su oportunidad en primera división.