Un jugador entrenándose aparte del resto pareciera una situación normal, es algo que puede pasar cuando el personaje en cuestión padece una molestia física. Ahora, si la cosa pasa por una decisión que escapa a los parámetros futbolísticos es indudable que el trasfondo es otro. Es lo que sucede por estos días con Emanuel Brítez en Central. Es que el defensor trabaja a contraturno del resto, en soledad. Y esto se debe a que aquella situación que desde las páginas de Ovación se expuso en su momento lejos estaba de enmarcarse con el rótulo de “rumor”. Objetivamente podría hablarse de que Brítez fue separado del plantel, aunque todas las voces consultadas coincidieron en que se trató de una acción "consensuada" entre el cuerpo técnico y el propio futbolista, de la que tuvo conocimiento, por supuesto, la dirigencia de Central. Por eso el escenario está planteado como al comienzo: con un jugador con intenciones de lograr una salida y con una comisión directiva predispuesta al diálogo, pero habiendo una propuesta económica interesante en el medio. “No es algo definitivo ni mucho menos, fue una decisión que estuvo orientada a intentar calmar un poco las aguas”, argumentó una voz calificada de Arroyito.
Cuando trascendió la información de que Brítez llevaba desde el lunes trabajando a contraturno del grupo lo único que apareció del lado del club fue la confirmación de la misma. Eso solo ya es motivo suficiente como para que la decisión tomada no sorprenda a nadie y que, sobre todo, nadie se sienta atacado ni perjudicado.
Lo importante para Brítez en este caso es que aun trabajando por afuera del plantel, realiza cada rutina con un preparador físico (Damián Hernández) al lado suyo. Es lo que legalmente corresponde de parte del club y lo que, esencialmente, garantiza que todas sus rutinas contemplen la exigencia a la que se someten sus compañeros.
A esta altura podrán aparecer frases, declaraciones, posteos en redes sociales o cualquier otro tipo de cosas que funcionen como descargo, pero da la impresión que poner la mano entre el sol y la cara sólo servirá para hacer visera, nunca para taparlo.
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Hoy es Central, mañana no se sabe. El futuro de Brítez es incierto.
Es que el pedido o sugerencia de parte de Brítez hace un par de semanas de lograr un cambio de aire se repitió hace apenas unos pocos días. ¿Qué hubo en el medio? Una charla entre el Kily González, Brítez, el presidente Rodolfo Di Pollina y el secretario técnico Raúl Gordillo en el que todas las partes involucradas dieron su punto de vista luego de que se conociera que el futbolista había tenido un entredicho con un colaborador del entrenador. De esa reunión todos salieron contentos, pero la misma sirvió justamente para poner blanco sobre negro y para confirmar que ese “cortocircuito” del que se hablaba no era un invento ni mucho menos. Es más, antes de esa reunión que se llevó a cabo en Arroyo Seco desde el cuerpo técnico intercedieron para tratar de solucionar el problema. Lo mismo se hizo desde la propia dirigencia.
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Lo cierto es que una semana después de aquella charla Brítez insistió con la posibilidad de lograr una salida del club, lo que motivó que desde la dirigencia sentaran ya una posición más precisa sobre el tema. La misma fue mostrar predisposición al diálogo con el club que sea, pero que para que esa salida se pudiera dar debía haber en el medio sí o sí una propuesta económica tentadora. Central adquirió a mediados de 2019 el 50 por ciento del pase de Brítez y ese sería el piso de lo que se pretende para sentarse a negociar.
Para el Kily González sin dudas no es el mejor escenario. De hecho Ovación publicó en su edición de ayer que la intención del técnico era no desprenderse del jugador, a quien considera una pieza clave en el equipo.
No es algo definitivo ni mucho menos, fue una decisión que estuvo orientada a intentar calmar un poco las aguas
Ahora, que se haya tomado una decisión de este estilo puede (o quizás no) ser decididamente un indicativo respecto a la consideración del cuerpo técnico hacia el jugador.
En estos últimos días hubo nuevas charlas entre los responsables del fútbol a nivel dirigencial con prácticamente todos los integrantes del cuerpo técnico y si bien “nadie se quiere adelantar a los hechos”, según confiaron, la cuerda parece ir tensándose cada vez más. Ese “no es algo definitivo ni mucho menos, fue una decisión que estuvo orientada a intentar calmar un poco las aguas”, que se escuchó con insistencia cuando Ovación consultó sobre el tema, se verá dónde termina. Por ahí la cosa se encamina, Brítez vuelve a trabajar junto al resto y todo lo sucedido queda sólo en un mal recuerdo. Por ahora la realidad es otra.