La pandemia viene condicionando el normal desarrollo de cientos de actividades importantes. Dentro de la sensible realidad que envuelve al país está inmersa la industria futbolera. Central no es un oasis en el desierto. Trabaja bajo los lineamientos de Cristian González como puede y con lo que tiene a mano vía remota. Los integrantes del plantel se mueven de manera individual al compás de las medidas sanitarias preventivas adoptadas. No obstante, el Kily espera que se levante la cuarentena o se encienda la luz verde para entrenar a los profesionales bajo un mismo régimen y espacio físico. Sabe que tiene mucha tarea por resolver. Uno de los principales temas de fondo a tratar radica en la función específica que tendrá Lucas Gamba. Ovación constató que el entrenador canalla espera verlo y evaluarlo en campo para ir analizando y determinando cuál será el verdadero rol que deberá cumplir el atacante una vez que se oficialice la vuelta del torneo. El DT pretende que el jugador se sienta cómodo y sea realmente útil dentro del tablero táctico a emplear en los diferentes escenarios.
El desempeño del Kily González en el primer equipo es tan esencial como invisible a los ojos en la actualidad. Asumió la conducción en medio de un contexto desfavorable. Se hizo cargo del plantel por fuerza mayor prácticamente porque la comisión directiva decidió no renovarle a Diego Cocca luego de una serie de medidas que oficializó AFA.
Dentro de las condiciones negativas hay otras que sobresalen y revalorizan el leal compromiso que tiene el entrenador con Central. Junto a sus laderos vienen acelerando de manera progresiva por la ruta de la convicción. Cada cual sabe que una vez que vuelva la acción no habrá margen de error. Tiempo hubo. Y excesivo en este proceso que aún está prácticamente en vías de desarrollo.
Sin embargo, el Kily no es un personaje que duerme confortablemente sobre el colchón de laureles que supo conseguir en la etapa de dinámico mediocampista exclusivo que circulaba a toda marcha por la banda izquierda. El nuevo rol lo obliga a estar más sereno. Tiene muchas piezas que atender. Antes de mover una, debe pensar bien en qué lugar la ubicará porque podría sufrir un inesperado jaque mate.
Y en esa línea está hoy en día el flamante entrenador de Central. A los problemas identificados los clasificó en grupos por orden de importancia. Los irá atendiendo no sólo de manera personalizada sino además interdisciplinaria. Porque en la nueva era canalla se atenderán los interrogantes y se los combatirán con sólidos argumentos basados en el campo del conocimiento y en el terreno de la experiencia.
Según certificó Ovación, uno de los puntos que tratará Cristian González en la inmediatez radica en que por ahora piensa e imagina a Lucas Gamba desempeñándose en varios lugares de la ofensiva. A la vez sabe perfectamente que debe encontrarle la función que más cómoda le sienta para así poder sacarle jugo a su rendimiento.
El entrenador canalla apuntará ante todo a que el atacante de 33 años se sienta bien en cancha realizando un rol activo y productivo. No lo quiere corriendo como barrilete sin cola por todo el frente de ataque.
Tampoco fijarlo como un nueve de área si sigue Marco Ruben, quien continúa sin definir su futuro, porque en ese caso no tiene la luz necesaria para ser el faro de referencia que necesita el equipo. Sobre todo en esta nueva versión canalla que se está gestando desde la productividad limitada por la pandemia.
Lucas Gamba ofició en varios puestos bajo el irregular mandato de Diego Cocca. Hasta apareció marcando punta izquierda en ciertos pasajes. Ahora el Kily González le buscará la horma a sus botines en pos de que transite cómodo y sea altamente productivo en el ataque canalla.
Golazo de Caraglio
El Kily González lo sondeó para sumarlo, pero por contrato seguirá rompiendo redes en México. El presente de Milton Caraglio es Cruz Azul. Pero el corazón siempre está y late por Central. El Gordo se interiorizó como buen canalla que es de algunas acciones solidarias que hay en el club, y decidió sin dudar donar una importante suma de dinero mediante la Asamblea de Representantes, para los fines benéficos que se vienen desarrollando desde diferentes sectores del club.
Los merenderos Arco Iris Auriazul, que son encabezados por el área social y las ollas populares de las peñas canallas, sumó un gran poroto con el importante aporte que hizo Caraglio. La idea madre de quienes están al frente de la iniciativa será adquirir alimentos con el firme objetivo de ofrecer luego un plato de comida a los más necesitados.
El goleador se formó en la cantera canalla y es uno de los innumerables abanderados que representan bien al club en cada institución que defiende a fuerza de potencia y goles. Aunque en este partido se lució porque con su ayuda podrá nutrir a varias almas que no la están pasando nada bien en la actualidad.