Ariel Holan modificó nombres y esquema en Central para visitar a Atlético Tucumán el sábado por la noche. El principal cambio fue en la mitad de cancha. Rompió el clásico doble cinco. Dejó afuera a Federico Navarro, mantuvo a Franco Ibarra e ingresó Tomás O’Connor. El retoque no dio ningún resultado.
Central careció de juego y no abasteció al tridente ofensivo de Ángel Di María, Alejo Veliz y Jaminton Campaz, quien reapareció entre los titulares y tampoco anduvo. Todos desaciertos de un deslucido 0 a 0 del conjunto canalla en Tucumán
Tampoco fue productivo el regreso de Facundo Mallo, al margen de un despeje salvador sobre la línea. No se acomodó con seguridad. Hasta tuvo un despeje fallido que le permitió a Leandro Díaz irse solo: no terminó en gol por la tapada de Fatu Broun. Pero lo del zaguero es un tema aparte, porque la principal falencia del canalla pasó por la escasísima elaboración.
Ibarra adentro, Navarro al banco
El sector del equipo donde más se cuestionaba el rendimiento era la mitad de la cancha. Se apuntaba al funcionamiento del doble cinco, de Ibarra y Navarro, que mostraba fisuras en la contención pero principalmente en la gestación. A Central le costaba en la creación y en parte eso obedecía a lo que no estaban ofreciendo los volantes centrales.
Holan probó en la semana con un esquema distinto, con un solo mediocampista central. Si bien se especulaba con el ingreso de Emanuel Coronel para jugar de lateral derecho y el adelantamiento de Enzo Giménez a la mitad de la cancha, el entrenador determinó que fuera O’Connor el elegido para reemplazar a Navarro.
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Pero O’Connor no pudo involucrarse en el juego. Entró poco en contacto con la pelota y cuando la tuvo, sus entregas no fueron pases que sirvieran para iniciar ataques interesantes. Tan pobre fue lo que realizó, que para el segundo tiempo Holan directamente lo sacó. Entró Coronel y Giménez fue a la mitad de cancha. La variante con la que se especulaba que Central saldría a jugar desde el inicio.
No todo fue culpa de Tomás O'Connor
De todos modos, responsabilizar a O’Connor por los problemas del conjunto auriazules sería injusto. Hubo un bajo nivel general. Nacho Malcorra anduvo impreciso. Di María tuvo toques sin trascendencia. Veliz no pesó adelante. Campaz las resolvió mal. Los laterales Giménez, y luego Coronel, y Sández, no respaldaron los avances por afuera.
Angel31
Di María conduce la pelota en el duro partido en Tucumán.
Leonardo Vincenti / La Capital
No cambió demasiado Central en el segundo tiempo, porque el rendimiento de la mayoría no mejoró. El único que evidenció algo distinto fue Giménez, de volante derecho. Trató de llevar juego por el costado, con una participación mayor que sus compañeros.
El desempeño ofensivo de Central otra vez fue deficitario. Lo pone de manifiesto el hecho de que se aproximó muy poco al arco rival y que no convirtió por segundo partido consecutivo. Sus dos únicos goles en el torneo fueron de penal, con ejecuciones acertadas de Di María. Una muestra de los inconvenientes en la gestación.