Se encendió a todas luces tras un tibio amanecer. Central jamás generó incertidumbre. Al contrario. Fue una usina de precisión. Necesitaba el respaldo de un triunfo contundente como el de anoche en el sur bonaerense para poder enfocar sus cañones en la real pelea por la clasificación. El canalla pulverizó a Huachipato con una ráfaga letal en ofensiva. Lo goleó 5 a 0 y destronó al por entonces líder chileno sin piedad. El plus es que pasó a dominar la zona A y el pase a los octavos de final de la Copa Sudamericana ahora dependerá de su exclusiva capacidad de resolución cuando reciba a 12 de Octubre el próximo miércoles 26 en estadio a confirmar, pese a que podría ser en el Gigante de Arroyito.
Fundió a los acereros con marcada precisión. Elevó la temperatura de la esperanza a altísimos niveles de optimismo. Central pisó fuerte en la cancha de Banfield, donde fue local, ante un representativo trasandino que nunca pudo hacer pie en el Florencio Sola.
Acaricia la clasificación en cámara lenta. Sabe que para inscribir su nombre en la próxima ronda dependerá del temple que exhiba en el cierre de la fase regular ante 12 de Octubre, que este jueves sabrá si vendrá eliminado o con algunas chances de hacer historia.
El equipo del Kily González jamás atravesó por situaciones contrastantes. Nunca fue empujado al posible desconsuelo. Fue resolviendo el trámite luciendo con la frente en alto la pilcha de candidato, que no le quedó en ningún instante incómoda. Con el triunfazo se ubicó como nuevo líder. Aunque el mejor capital es que se convenció de que puede hacer ruido en el plano internacional.
Rosario Central vs. Huachipato [5-0] | RESUMEN | Fecha 5 | CONMEBOL Sudamericana 2021
Anoche jugó movilizado por la necesidad y con poco margen de error. Porque si perdía, chau ilusión. Quedaba afuera de la copa. Pero nunca se vino abajo. En el primer tiempo fue una tromba. Liquidó a Huachipato en 20 minutos a todo ritmo. Y goles. Le tiró la chapa encima a un equipo chileno que nunca pudo reponerse del primer sopapo.
La cronología de los hechos marca que Lucas Gamba hizo un golazo a los 27’. El atacante puso la bocha donde quiso: en el ángulo. El delantero aprovechó un pase largo de Damián Martínez para abrir la cuenta en el sur bonaerense.
Mientras que pasada la media hora llegó el segundo. A los 34’ lo tuvo Ruben. Pero el arquero Castellón otra vez fue el autor material de impedirle el grito sagrado al 9 al mandar la pelota al córner. Acto seguido llegó el penal para el canalla. Nicolás Baeza le hizo una falta infantil a Gamba, y el juez no dudó en sancionar la pena máxima que supo capitalizar el capitán Emiliano Vecchio. El 10 sacó un misil que destruyó toda resistencia del uno chileno.
A esta altura, el canalla se floreaba. Era el amo y señor del juego. Manejaba todo a su placer. A su antojo en realidad. Fue así que a los 44’ llegó el tercero. Damián Martínez sacó un picante centro y Joaquín Gutiérrez anotó en su propia valla ante la arremetida de Gamba. Pero eso no fue todo. Hubo tiempo para pegar un grito más. Antes de ir al vestuario Damián Martínez selló una gran acción colectiva.
Central no aflojó en el dominio. Siguió siendo el propietario de las oportunidades más claras, pese a que ya no lucía como al inicio. Pero movía los hilos a su antojo. Como lo hizo ante San Lorenzo por la Sudamericana y Newell’s por la Copa de la Liga.
Y en medio de un avance el recién ingresado Luca Martínez Dupuy cerró el combo cuando decretó el 5 a 0. Los canallas se sintieron siempre ganadores. Y estos valiosísimos tres puntos son el punto para avisarle al fútbol internacional que está vivo y con hambre de gloria. Por eso la victoria fue tan alta en emotividad para los jugadores cuando el árbitro marcó el final. Tan oportuna para el Kily González, quien debió seguir el encuentro desde las plateas por estar suspendido. El entrenador auriazul fue una bola de nervio, aunque explotó en felicidad cuando todo concluyó. Su fiel ladero, Pastilla Ordóñez, le cuidó muy bien el banco, por cierto.
¿Cómo quedó Huachipato? Sin fuerzas desde el primer tiempo prácticamente. Central se quedó con un gran desafío. De esos que ganan los que se convencen de que están para la pelea grande. Ahora es el flamante líder y es dueño de su destino, nada menos, para meterse en los octavos de final de la Copa Sudamericana.