Fue el primer partido, pero al técnico Diego Cocca se le puede dar la derecha respecto de la confianza a la que siempre hizo mención cuando hablo de Joaquín Laso. La carta de presentación del defensor fue de las mejores. Porque fue sólido en la marca, intentó jugar cada vez que pudo y se animó a transformarse en voz de mando, incluso por encima de Diego Novaretti.
A los 18’ del segundo tiempo protagonizó la jugada que sin dudas lo llevó al momento de mayor reconocimiento de parte de los hinchas. Fue cuando metió un cierre espectacular, a metros de la línea de sentencia, tras el remate de Contín y cuando Tijanovich arremetía. Era el empate de Gimnasia y el zaguero lo impidió.
Pero no fue lo único que hizo. Se trató de una jugada más entre tantas con buenas intervenciones, que no hicieron otra cosa que ponerlo en el punto más alto de la defensa.
Mostró atrevimiento a la hora de salir jugando, incluso en algunas ocasiones arriesgó más de la cuenta jugando con Ledesma, pero fundamentalmente su carta de presentación se vio caracterizada por la solvencia que tuvo a la hora de marcar. Contín, cada vez que fue por su lado, siempre perdió. O mejor dicho Laso siempre le ganó.
Es más, en momentos en que el equipo se quedó y Gimnasia, con todas sus limitaciones a cuestas, manejaba mejor la pelota que el canalla, fue el encargado de gritar y gesticular, ordenando a sus compañeros de la última línea.
Los hinchas rápidamente percibieron el buen partido que estaba haciendo, por eso cada intervención despertó aplausos.
Después de tres fechas ausente porque no le había llegado la habilitación, Cocca siempre lo apuntó como el refuerzo que había llegado para hacer dupla con Novaretti. Anoche dejó en claro que aquellas palabras del entrenador canalla no eran en vano. De aquí en más deberá seguir demostrando, pero su debut fue sin dudas auspicioso y con un aprobado.
Rinaudo, el motor del medio
En tanto, otra vez Rinaudo fue el motor de Central, justo ante su ex club. Es que Fito no sólo marcó presencia en la mitad de la cancha cortando pelotas importantes, sino que siempre la entregó redonda, lo que no es poco para un volante central. Bien parado en medio de los centrales trató de ser salida desde el fondo y, cuando pudo, se atrevió a romper líneas, además de abrir la cancha con pelotazos largos hacia los puntas.
Hace varios partidos que Rinaudo viene mostrando un buen nivel y el de anoche no fue la excepción. Porque marcó, quitó (lo que es su fuerte) y una vez más clarificó el juego. Como en los últimos partidos, Fito fue el jugador destacado del equipo.