“El clásico se juega con mucha tensión y los partidos no son los mejores”, sostiene Mariano Bittolo todavía con la tranquilidad que arroja la semana sin fútbol y con una antesala al derby frente a Central que es más larga que lo habitual por la fecha Fifa. Pero también acierta en la reflexión de que a partir de ahora todo se magnificará, las tensiones aumentarán, el nerviosismo será difícil de controlar y las presiones externas subirán a valores tan altos como el riesgo país. Pero es lo “normal” que sucede cada vez que se encuentran leprosos y canallas, nada raro que no se haya vivido en anteriores ocasiones. Lo cierto es que en esta oportunidad los dos se transitan situaciones similares y con el mismo objetivo de elevar el promedio del descenso. Y también ambos conjuntos no llegan con malos resultados, todo lo contrario, y los técnicos no se juegan la permanencia en el cargo como ha sucedido en diversas ocasiones. Aunque el que pierda, si eso sucede, cargará con un estigma que sólo podrá despejar con otros buenos resultados. “Los dos entrenadores no tienen malas campañas, pero eso no quita que la gente empiece a hablar bien o mal de ellos dependiendo del resultado”, insiste el lateral.
Bittolo, alias el Payaso, aceptó la charla con Ovación, pero no sólo focalizó sus palabras en el clásico sino que también buceó en el mar de los recuerdos. Como para exponer su transitar en el fútbol, sus vivencias, qué es lo que le gustaría hacer en el futuro tras retirarse de la actividad. Y hasta contó que hoy su vida está en Newell’s, pero en el tiempo libre agarra los libros —algo que hizo siempre, a tal punto que se recibió de profesor de educación física— porque está estudiando la carrera de martillero público. Como para conocer un poco más a este defensor de perfil bajo, que llegó a mediados de 2018 y ahora renovó el vínculo hasta junio de 2020 (ver página 3).
Empecé jugando baby fútbol a los 4 años y tuve de técnico al ex arquero de Boca Rubén Sánchez. Me enseñaron valores además de aprender a jugar y disfrutar el baby. Y a los 7 años vino un DT de Vélez y junto a otros compañeros me llevó a probarnos y quedé. Hice todas las inferiores hasta llegar a primera. Cuando estaba en inferiores, en 8ª y 9ª, no jugaba. Lo hacía poco. Mis padres me preguntaron si quería seguir o ir a otro lado y yo quise quedarme porque tenía a todos mis compañeros y amigos. Después empecé a jugar, pude ir a la selección y todo fue cambiando.
¿Tuviste que elegir entre el estudio o el fútbol?
Tuve por suerte la educación y acompañamiento de mi familia e hice las dos cosas. Terminé mis estudios y mi carrera de profesor de educación física y llegué a primera. La verdad es que hoy puedo decir que tengo un título y no sé si me dedicaré a eso cuando termine de jugar, pero al menos tengo un título para seguir algo.
Todos ven el producto final, al jugador famoso. Hay un trabajo antes y te la jugás porque no todos llegan.
Son muchos los que quieren ser jugadores y muy pocos son los que tienen la chance de llegar. Y menos aún los que se mantienen o logran a jugar a un nivel profesional alto.
Tuviste la suerte de irte al exterior, a lo que aspira todo futbolista para buscar la salvación económica.
Más allá de lo económico, que es cierto, ir a Europa es pegar un salto de calidad en lo futbolístico. El lugar que elijas para ir es de calidad o te abren puertas para hacerte conocido.
¿Cómo te fue en Europa?
Tuve la suerte que en los lugares que pude ir jugué y eso me dio tranquilidad para estar ahí y quedarme. Porque si vas afuera, estás lejos de tu familia y si no jugás las cosas se complican bastante y eso no es agradable.
Tranquilidad dijiste, pero viniste a Rosario donde no hay tanta.
Es una ciudad donde se vive el fútbol demasiado pasional. En Santa Fe pasó lo mismo. Al que le gusta y sabe de fútbol entiende que es así y hay que estar preparado.
Se trabaja mucho desde lo psicológico porque no es fácil soportar lo que sucede en este deporte. Porque pasás de ser el mejor al peor del mundo de acuerdo a una actuación.
¿Es dicíficl convivir con eso?
Sí. Lo hablo con mi familia. Las redes sociales influyen en todo y si estás pendiente de lo que se dice te volvés loco. Hay que pensar en lo que hiciste bien. El jugador debe tener autocrítica y saber cuándo hizo las cosas bien y cuándo no. Más allá de que se trabaje con un psicólogo o quien sea uno se da cuenta cuando las cosas no te salen. No hay que escuchar mucho lo de afuera porque te genera locura.
¿Convivís con las redes sociales?
Tengo, pero no le doy demasiada importancia a lo que se dice y lo que tengo es muy personal.
Las redes magnificaron todo, en algunos aspectos para bien y en otras negativamente.
Y la agresión es gratuita.
Hoy a través de un teléfono o computadora podés criticar a cualquiera, sea jugador o de otro ámbito.
¿Cómo transitás esta previa al clásico, que es más larga que en otras ocasiones?
Con tranquilidad. Tenemos un técnico que nos remarca eso, de disfrutar los momentos que estamos teniendo. Esta semana que pasó fue para relajarnos y la que viene enfocarnos de lleno en el clásico. Desconectamos la cabeza porque la que viene será más intensa por las presiones, por lo que diga la gente en la calle y por cómo se vive en esta ciudad.
Muchas veces se juegan los cargos los DT, pero en este caso no será así porque los dos vienen con resultados buenos.
Tanto Cocca como Kudelka empezaron hace poco y no tienen malas campañas. Y eso no quita que la gente empiece a hablar bien o mal de ellos dependiendo del resultado.
Newell’s juega de visitante, ¿hay una presión extra o se dejan de lado las estadísticas?
No, son partidos aparte y no importa quién llegue mejor o en qué cancha se juegue. Es especial, se juega con mucha tensión, nerviosismo y los partidos no son de los mejores para ver.
Al que gana le da un envión anímico para lo que viene y uno negativo para el perdedor. Es lo que pasa y que se magnifica.
El que gana tendrá a la gente contenta y le brindará apoyo. Igualmente, quedará todo un torneo por jugar y no hay que desviar la atención de lo que pase.
Seguramente deben lamentar la baja de Formica.
Sí, cuando son jugadores importantes del equipo se siente, pero hay compañeros que lo pueden reemplazar y eso se demostró.
En el promedio Gimnasia está hundido, pero el efecto Maradona puede generar algo diferente. ¿Seguís el tema?
El fútbol son momentos. Falta mucho todavía, hay equipos de arriba que pueden caer y otros de abajo que pueden remontar. Van cinco fechas y el torneo es muy largo. No hay que relajarse nunca.
Y estar bien de la cabeza siempre.
Sí, física y mentalmente.
¿Es cierto que estás estudiando una carrera universitaria?
Sí, la carrera de martillero público. Recién empiezo. Puede ser para el futuro. También soy profe de educación física y buscaré una veta por estas dos carreras. DT no, a mí me gusta más la parte física. Tuve la chance de educarme en una familia donde el estudio fue fundamental.