A cobrar a otro. Al público, y principalmente al pueblo y colonia El Trébol, se le hace saber que la esposa e hijos de José Bonetto no atenderán ningún reclamo ni cuenta que éste contrajera con alguien pues, como se ve, su razón está alterada. (1907)
Telegramas sospechosos. El grado extremo de síntesis de los telegramas muchas veces da lugar a equívocos que es imposible subsanar. Así, por ejemplo, una de las últimas noticias de Montevideo dice escuetamente: "Un sujeto ebrio ha sido comido por la langosta", y no sabemos si admirar más la terrible voracidad del insecto o la colosal borrachera del tal sujeto. ¿Cómo poner en duda una noticia procedente de la capital uruguaya si es muy posible que aún estén tibios los huesos (que carne le habrá quedado poca) del imprudente que tan cara ha pagado su afición a empinar el codo? Se habló largo y tendido de los enormes daños que causa el temible acridio, pero no lo sabíamos carnívoro. Quizá se haya tratado de algún error en la transmisión o de los cajistas, que algunas veces andan inspiradísimos y quién sabe si el original no decía: "Un sujeto ebrio ha comido langostas", que aunque no merezca ser noticia es, al menos, más probable. Lo que sí tenemos claro es que si alguna vez este acridio carnívoro cruza a la orilla opuesta del Plata debemos aprestarnos a la defensa machete en mano. O, en último de los casos, bebamos hasta la embriaguez para estar a tono con este nuevo arte morir, víctimas inconscientes de una manga de voladora. (1907)
Sociedades carnavalescas. Ayer pasaron a saludarnos distintas sociedades carnavalescas, entre las que recordamos a "Los marinos africanos", "Hijos del rigor", "Los negros orientales", "Los amigos del otro", "Locos sin rumbo", "Los eléctricos" y "Quo vadis?", formadas en su mayoría por jóvenes. (1907)
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Por Gonzalo Santamaría