Baja participación electoral: cero autocrítica

Por el frío, por las lluvias, por el intenso calor o porque, como en el caso de las anteriores elecciones, votar convencionales constituyentes no atrae al electorado. ¿Quién es el responsable de la baja participación de las últimas elecciones en Santa Fe que a la política le cuesta reconocer?

La respuesta de la ciudadanía a los comicios de este domingo fue aún peor que la de por sí muy mala del 13 de abril aun cuando las actuales elecciones fueron generales y no internas en las que siempre hay menor concurrencia.

Preocupante

Los candidatos y las autoridades saben bien que se trata de una situación preocupante, tanto que en cada una de sus participaciones durante la jornada instaron con vehemencia a la gente a votar. Incluso, muchos funcionarios se mostraron convencidos de que habría más asistencia a las urnas, como queriéndose quitar responsabilidad.

No son otros más que los candidatos y las autoridades políticas los únicos responsables de esta apatía. ¿Acaso no hay lugar para preguntarse si al electorado lo convencen las propuestas, si es de su interés la actividad del Concejo o si los postulantes tienen el suficiente peso específico para mover el amperímetro del entusiasmo por el sufragio?

Justamente eso es lo que se perdió. Muy lejos quedó el fervor de los albores de la democracia: esta elección fue la de más baja concurrencia en Rosario en más de 40 años, con un pésimo 48 por ciento.

Nada es gratuito: la reducida participación socava la legitimidad del proceso democrático, por eso es crucial abordarla en serio, con autocrítica y, fundamentalmente, buscando la responsabilidad en quien la tiene.